De acuerdo con varios científicos, el año más caluroso que se ha vivido en toda la Tierra fue el 2016, hasta el momento.
En ese año se rompieron varios récords en cuestión medioambiental, el planeta entró en una nueva era climática como consecuencia de la acumulación de gases de efecto invernadero en la atmósfera, que por primera vez se superó una barrera de las 400 partes por millón de dióxido de carbono, en casi un millón de años.
En el 2016 hubo menos frío de lo esperado. La temperatura registrada en el Mar de Barents, en el norte de Noruega y Rusia durante el año pasado fue de 11 grados centígrados, por encima de las temperaturas promedio.
Estos picos de temperaturas del agua también se registraron en el mar de Chukchi de Alaska y en las aguas del oeste de Groenlandia en donde los termómetros marcaron unos 10º por encima de lo “normal”.
En el Ártico se viven diferentes variaciones climáticas, debido a que es un punto en donde la Tierra es más sensible ante el calentamiento global. En esa zona cambió por completo, hubo menos hielo de lo habitual, por lo que se dice que fue el año con menos hielo de toda la historia, por si fuera poco, las temperaturas registradas fueron 20 grados superiores a lo habitual.
En todo el 2016 la temperatura promedio del Ártico fue de 2º superior a la del promedio del periodo entre 1981 y 2010. Además se registró un aumento de 3.5º desde 1900.
La capa de hielo permanente se está descongelando en un 20% más de lo calculado, en esa capa se detectaron temperaturas más elevadas debajo de la superficie.
Jeremy Mathis, director del programa de investigación del Ártico de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA por sus siglas en inglés), dice que el 2016 fue un año como nunca antes habíamos visto en el Ártico”.
Con esos datos podemos ver que la tasa de calentamiento en el Ártico es más rápida que en el resto del planeta y tiene diferentes impactos en los ecosistemas locales pero también impulsa el calentamiento en toda la Tierra.
Nivel del mar y los glaciares
La isla de Spitsbergen ha perdido un 12.8% de hielo, mientras que las de Barentsoya y Edgeoya han tenido un retroceso de hielo del 16.7%, así que es el trigésimo séptimo año consecutivo en que los glaciares alpinos se retiraron por todo el mundo.
Por otro lado, el nivel del mar también tuvo registros récord, así como la temperatura de la superficie de mares y océanos. Comparado con el nivel del mar de 1993, en 2016 aumentó a 8.2 cm.
El nivel del mar a escala global se elevó en 2014 el 50% más rápido que en 1993. Una cuarta parte de este fenómeno se debió en 2014 al rápido deshielo de Groenlandia, de acuerdo con un estudio que realizaron investigadores de China, Australia, Reino Unido y Estados Unidos.
