La seguridad alimentaria es un derecho humano fundamental y su importancia en la infancia no puede ser subestimada. Una nutrición adecuada durante los primeros años de vida es esencial para el crecimiento, desarrollo y bienestar. Lamentablemente, más de 700 millones de personas enfrentan la realidad del hambre y la desnutrición alrededor del mundo. En esta lucha, los comedores de beneficencia desempeñan un papel vital para garantizar que tanto niñas, niños y adolescentes tengan acceso a una alimentación adecuada.
Sin embargo, estos comedores requieren del apoyo de otras organizaciones para obtener recursos en efectivo y en especie. Es ahí donde las fundaciones empresariales tienen la capacidad de marcar la diferencia al establecer alianzas estratégicas con la sociedad civil, invertir en proyectos agrícolas sostenibles y promover la educación nutricional. Y, en México, Fundación Gigante ha apoyado en esta noble tarea por casi una década, ¿quieres saber cómo? ¡Te contamos!
¿Qué son los comedores de beneficencia?
Los comedores de beneficencia son espacios donde se brinda alimentación adecuada y equilibrada a sectores vulnerables de la sociedad y desempeñan un papel fundamental en el bienestar de la niñez. Por lo que son también una respuesta efectiva para combatir la inseguridad alimentaria que afecta a muchas familias mexicanas.
A través de la alianza creada entre Fundación Gigante —brazo social de Grupo Gigante y Grupo Presidente— y Comer y Crecer —organización dedicada a promover el desarrollo integral de la infancia—, ha sido posible continuar con el funcionamiento de este tipo de establecimientos, que benefician a niñas, niños y adolescentes de 6 a 14 años.
Gracias a la colaboración de ambas organizaciones, se proporciona comida nutritiva y balanceada, asegurando así una alimentación adecuada para los niños y niñas que acuden a estos espacios. Además, esto contribuye a mejorar su rendimiento académico y bienestar general, así como a la consecución del Objetivo de Desarrollo Sostenible 2: Hambre Cero.
Es por ello que los comedores de beneficencia impulsados por Fundación Gigante y Comer y Crecer son un ejemplo concreto de acciones que se están tomando para erradicar la desnutrición y garantizar el acceso a una alimentación adecuada a la niñez vulnerable, brindando las bases para su desarrollo integral y ofreciendo la oportunidad de un futuro más próspero.
¿Cómo se promueve el desarrollo saludable de la infancia?
Al trabajar en conjunto con Comer y Crecer, Fundación Gigante ha donado despensas para los diferentes comedores , beneficiado a más de 700 niñas, niños y adolescentes. Además, Comer y Crecer cuenta con programas propios diseñados para satisfacer las necesidades de las comunidades atendidas, ya que se enfocan en brindar una formación con valores y una formación integral para niños y jóvenes de diferentes rangos de edad.
Para niñas y niños de 6 a 11 años, se proporciona una formación con valores que les brinde las herramientas necesarias para superarse. Esto implica enseñarles principios éticos, promover la solidaridad y fomentar habilidades sociales que les permitan crecer y desarrollarse de manera integral.
Por otro lado, para adolescentes de 12 a 14 años, se brinda una formación integral que los ayude a descubrir sus fortalezas y debilidades, con el objetivo de construir un proyecto de vida con responsabilidad y trascendencia. De igual manera, cuentan con orientación académica y personal para que puedan tomar decisiones informadas sobre su futuro y desarrollar habilidades que les permitan enfrentar los desafíos que se les presenten.
¿Qué podemos hacer por la infancia?
La labor realizada por Fundación Gigante en apoyo a los comedores de beneficencia de Comer y Crecer es un ejemplo inspirador para otras fundaciones empresariales y la sociedad en general. Por lo que las comunidades pueden unirse y movilizarse para recolectar alimentos, organizar campañas de sensibilización y promover la participación ciudadana.
Asimismo, las donaciones individuales y la difusión de información sobre la importancia de la seguridad alimentaria son acciones concretas que cualquier persona puede tomar para contribuir. También las personas pueden ofrecer su tiempo como voluntarios para colaborar en la preparación y distribución de las comidas, así como en actividades educativas y recreativas para niñas, niños y adolescentes que acuden a estos espacios.
Sin embargo, seguir el ejemplo de Fundación Gigante implica establecer alianzas estratégicas y brindar apoyo financiero, material y humano a los comedores de beneficencia de organizaciones como Comer y Crecer. Tanto las fundaciones empresariales como la sociedad en general pueden contribuir mediante donaciones, voluntariado y difusión de la causa. Juntos, podemos trabajar para garantizar que los sectores vulnerables, especialmente la niñez, tengan acceso a una alimentación adecuada y las oportunidades necesarias para su desarrollo integral.