Las rosas, los girasoles y hasta las margaritas han ayudado a miles de personas a expresar sus sentimientos y a convertir un día convencional en uno especial. Aunque estos detalles podrían ser el doblemente de mágicos si eligiéramos flores éticas.
¡Aguas! Con tus regalos
Para el Día de San Valentín o para un aniversario, siempre buscamos los mejores detalles con tal de hacer sonreír a esa personita especial. Sin embargo, son muy pocas las ocasiones que nos detenemos a pensar de dónde o cómo se produjo ese regalo.
Quizá no lo sepas pero esa caja de chocolates pudo ser elaborada bajo una cadena de esclavitud y para obtener el diamante de ese anillo probablemente se cobró la vida de algunos trabajadores.
Por ello es importante que cuando decidas comprar ropa, dulces e incluso flores, te asegures que estos vengan de fuentes responsables donde el comercio justo, la sostenibilidad y el respeto social y ambiental sean los principales motores de trabajo.
En el caso de las flores, tan solo para el Día de San Valentín, se producirán 250 m de tallos de rosa para el día. Muchas de ellas vienen de fuentes poco responsables y que impulsan la esclavitud y la contaminación.
Afortunadamente, se está abriendo un nuevo mercado que busca mitigar todo el impacto negativo del comercio de flores y hacer de ellas un regalo ético, sostenible y responsable. Lo mejor de todo es que tú puedes contribuir a este objetivo…
¿Flores éticas?… Tu mejor opción
David Bek y Jill Timms del portal EcoBusiness emprendieron toda una investigación para localizar las mejores formas de consumir flores éticas e identificarlas. Veamos…
1-. ¿De dónde son las flores?
Para este dúo, la geografía no importa porque algunas flores viajan por el mar, otras por aire y muchas por tierra, todas con huellas de carbono muy distintas.
Por ejemplo, más del 90% de las flores son importadas países bajos. En este caso, Kenia y Colombia son proveedores cada vez más importantes.
La mayoría de los proveedores utilizan aerosoles químicos que se encargan de congelar las flores y prolongar su vida. Por otra parte, el trabajo en el campo se realización en condiciones poco responsables.
Para ellos la procedencia es importante pero es posible que tenga dificultades para saber esto.
“Las flores no siempre están etiquetadas, las etiquetas no siempre especifican el origen o pueden enumerar los Países Bajos si se compran en una subasta, y los ramos incluyen flores de múltiples fuentes”, señalan.
Incluso cuando se conoce el origen, no todo está lo bastante claro porque existen temas de sostenibilidad que varían y cambian dependiendo el origen de las flores.
Así que Bek y Timms te recomiendan consumir flores de temporada u orgánicas cultivadas localmente. También buscar cultivadores que apoyen el desarrollo comunitario o los derechos de las trabajadoras.
2-. ¿Existe un estándar?
En respuesta a las preocupaciones éticas, las políticas y estándares son cada vez más comunes. Aunque en el proceso de la investigación se encontró que los consumidores, los floristas e incluso los mayoristas a menudo ignoran o no entienden esto, y Fairtrade sigue siendo el único con mayor reconocimiento.
Y su recomendación es que si vas a consumir en una florería o mercado local, te acerques al comerciante y le preguntes si cuentan con alguna certificación o si hay posibilidad de ver las cajas de entrega.
3-. ¿Realmente impulsas un cambio?
El 60% de las flores que se adquieren en Reino Unido, se compran en los supermercados y el resto en florerías.
Los supermercados tienen sus pros y sus contras. Ventaja: las flores tienden a estar mejor etiquetadas y es más probable que se compren directamente a los cultivadores, esto garantiza su procedencia y significa que pueden influir en los estándares.
Por otro lado, no todos los supermercados son tan accesibles con esta información y sus demandas en cuanto al precio, el volumen y el poco tiempo del campo al mercado pueden ejercer una presión excesiva sobre las fincas.
Desventaja: en contraste, los supermercados pueden representar un fuerte enemigo para las florerías locales. Sin embargo, algunos de estos locales han aprendido que la sostenibilidad es buena para el negocio y el planeta.
En este punto, Bek y Timms señalan que puedes optar por consumir en comercios locales y así promover el desarrollo del mercado.
Aunque si vas a comprar en supermercados que te permitan ver el origen de las flores, debes asegurarte que el lugar de origen no sea uno que se encuentre en conflictos políticos.
Por ejemplo, el gobierno de Etiopía atrajo gran cantidad de inversión extranjera en el cultivo de flores pero los incentivos incluyeron acuerdos controvertidos de uso de la tierra que llevaron a disturbios civiles en 2016, con varias granjas de flores de propiedad extranjera dañadas o quemadas.
4. ¿Prioridades?
La mayoría de las veces existe una compensación. Las flores que crecen en los invernaderos en Holanda utilizan enormes cantidades de energía pero viajan menos.
Las rosas del lago Naivasha aprovechan del calor y la luz natural, pero vuelan muchas millas y pueden tratarse químicamente para sobrevivir.
https://www.instagram.com/p/Bqsyz0LHJGS/
Por lo tanto, las prioridades que deben guiar tu compra son: los problemas ambientales incluyen la huella de carbono, el uso de químicos, la degradación ecológica y el uso del agua.
Las cuestiones sociales incluyen normas de salud y seguridad, discriminación de género, empleo precario y derechos sobre la tierra.
Entonces puedes elegir flores de temporada u orgánicas cultivadas localmente o buscar productores que apoyen el desarrollo comunitario o los derechos de las trabajadoras.
5-. ¿Qué debes hacer con tus flores?
En Wild and Wondrous se está creando conciencia sobre prácticas alternativas que te pueden ayudar a conseguir flores éticas.
Por ejemplo, aquí puedes llevar tu propio jarrón para evitar el empaque de celofán o puedes solicitar opciones reutilizables y recicladas como StemGem.
O al presentar tus flores, puedes inspírate en la campaña #nofloralfoam:
https://www.instagram.com/p/BtjkHpfnU4G/
También debes cuidar tus flores refrescándolas con agua y recortándolas. Debes mantenerlas lejos del calor y la luz solar, luego puedes reciclarse como desechos verdes para que tu viaje valga la pena.
San Valentín y los demás días son una buena oportunidad para demostrar nuestro cariño hacia esa persona y también hacia el planeta, así que atrévete a cambiar tus hábitos de compra por unos más sostenibles.