¿Ayudan las empresas a construir ciudades más inteligentes? Al parecer la respuesta se inclina hacia una postura positiva y las alianzas que se han estado formando a favor de la creación de urbes más sostenibles van en aumento…
Sí ayudan las empresas a construir ciudades más inteligentes
Las ciudades se han convertido en paisajes de color gris y asfalto en donde la gente vive estresada e insegura.
Una de las estrategias para acabar con este panorama es transformar este espacio en lugares inteligentes en donde los habitantes puedan vivir de una manera saludable y ambientalmente más responsable.
Entre las soluciones para lograr esta transición son impulsar alianzas entre el sector público y privado para proporcionar fondos, conocimientos técnicos e innovación que ayuden a complementar los esfuerzos.
Aunque para algunas empresas y organizaciones, realizar esta alianza puede resultar desafiante pero no imposible…
¿Qué dicen los expertos?
Durante un evento sobre ciudades inteligentes en Nueva York, Kathryn Wylde, presidenta y directora ejecutiva de McKinsey Global Institute, le pidió a los expertos en esta materia, abordar ejemplos de asociaciones público-privadas.
Como respuesta a esta solicitud, los expertos que asistieron al evento, mencionaron que durante los últimos años, las empresas se han comprometido a mejorar el entorno y con él, impulsar iniciativas alineadas con los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible.
Sin embargo, tres de los asistentes de este evento fueron muy puntuales al señalar el cómo ayudan las empresas a construir ciudades más inteligentes… Veamos.
1-. Jonathan Law, socio de McKinsey
Él menciona que ha sido testigo de las alianzas entre el sector público y privado y el cómo los civiles se han sumado a las iniciativas que se han impulsado.
De acuerdo con Lar, no se trata solo de empresa con fines de lucro, se trata de grupo de expertos y organizaciones sin fines de lucro que están buscando aliarse a favor de la transición de ciudades inteligentes y ciudadanos más informados e involucrados con su entorno.
Uno de los ejemplos que resaltó fue que en Copenhague se está trabajando con Hitachi sobre cómo monetizar los conjuntos de datos que se utilizarán para crear aplicaciones y otras soluciones para residentes.
Otro caso de éxito fue que en Abu Dhabi se realizó una alianza con una compañía suiza en torno a la telemedicina con el objetivo de proporcionar soluciones equitativas y garantizar que haya un buen flujo de fondos.
En Ciudad de México, se está trabajando con una organización sin fines de lucro en torno a la detección de terremotos y para mejorar los planes de acción en caso de desastres naturales.
Por otra parte, Sigapur cuenta con un modelo de nación inteligente, que busca incubar una serie de soluciones en el lado gubernamental que tengan un flujo de ingresos más sostenible a largo plazo.
2-. Rit Aggarwala, jefe de sistemas urbanos en Sidewalk Labs
En el ejemplo a resaltar de Rit se encuentra Ámsterdam y la historia de Amsterdam Smart City.
“Comenzó con una subvención de la UE independiente de la ciudad, y luego creció, y luego el fundador se convirtió en el CTO [director de tecnología] de Ámsterdam. Y así, estas dos cosas convergieron, pero mantiene esa sensación empresarial”, mencionó.
Rit señala que esta alianza se propuso en un momento en el que la ciudad no estaba tan enfocada ni interesada en esta transición hacia una urbe inteligente, y esto permitió que un conjunto de empresarios pudiera identificar problemas urbanos.
Al localizar las áreas de oportunidad, las empresas involucradas pudieron diseñar un plan de acción en el que involucró al sector público e integró el uso de soluciones tecnológicas que permitieran crear mejor calles, servicios y proyectos sostenibles.
3-. Ester Fuchs, directora del programa de política urbana y social de la Universidad de Columbia.
Para Ester Gufchs, las asociaciones universitarias son otro tipo de asociación que ha sido fundamental en las ciudades más pequeñas y medianas e incluso en Nueva York.
Aunque lo que hace interesante a estos modelos es cuanto de ellos son ascendentes en lugar de descendentes y permite beneficiar a todas las partes interesadas.
“Hay socios de la comunidad dispuestos a participar en los proyectos y alianzas que se crean, sobre todo porque quieren saber cómo es que se usa las inversiones”, señala.
Fuchs dice que parte de este tipo de asociaciones es usar la tecnología a favor de hallar áreas de oportunidad que permitan mejorar el entorno y por otra parte es un incentivo para invitar a la comunidad a participar.
“Todas estas alianzas se utilizarán para resolver los problemas en lo que llamamos el nivel de paisaje urbano, lo que creo es muy innovador y extremadamente prometedor”, dijo.
Tres capas para lograr el éxito
El McKinsey Global Institute menciona que además de crear alianzas, existen tres capas fundamentales para lograr el existo de las ciudades inteligentes.
1-. Tecnología: la primera es la base tecnológica, que incluye una masa crítica de teléfonos inteligentes y sensores conectados por redes de comunicación de alta velocidad. La cual permite recolectar datos y gestionarlos de manera adecuada.
2-. Uso de apps: la segunda capa consiste en aplicaciones específicas. La conversión de datos sin procesar en alertas, información y acción requiere las herramientas adecuadas, y aquí es donde intervienen los proveedores de tecnología y los desarrolladores de aplicaciones.
3-. Comportamiento: la tercera capa es el uso por parte de las ciudades, las empresas y el público. Muchas aplicaciones tienen éxito solo si son ampliamente adoptadas y logran cambiar el comportamiento.
“Alientan a las personas a utilizar el tránsito fuera de las horas de trabajo, a cambiar de ruta, a usar menos energía y agua y a hacerlo en diferentes momentos del día, ya reducir las tensiones en el sistema de salud a través del autocuidado preventivo”, señala el McKinsey Global Institute.
Los expertos mencionan que para crear una ciudad realmente inteligente, se requiere de impulsar proyectos que permitan mejorar la calidad de vida y la huella ambiental, mientras garantiza que las necesidades de los habitantes no se vean comprometidas.
Sin embargo, antes de poner en marcha cualquier proyecto, es fundamental hacer una inclusión ciudadana porque los habitantes son los que más saben las carencias y fortalezas de su ciudad.
Al impulsar todo este trabajo en equipo, el camino hacia la creación de ciudades más inteligentes puede fortalecerse, al igual la inclusión de materiales y métodos más sostenibles.