Trabajar desde casa es el sueño de muchos empleados. Puede que sea para evitar el viaje en transporte público o manejar horas hasta la oficina, por la flexibilidad de trabajar desde tu hogar o el hecho de que puedas hacer las tareas en pijama. Lo que sí es seguro es que el home office no tiene que ser solamente para las personas que trabajan como freelance.
Según un estudio, el número de gente que trabaja desde casa ha aumentado una quinta parte en los últimos diez años, alcanzando un récord de 1.5 millones de personas.
La incidencia del trabajo móvil es más común en Finlandia, Japón, los Países Bajos, Suecia y los Estados Unidos. No es tan común en México, aunque uno pueda encontrar anuncios para empleos que se pueden hacer desde casa.
Trabajar en casa tiene muchas ventajas. Estos son solo algunos de los beneficios para los colaboradores y las empresas:
- Perderán menos tiempo yendo a la oficina.
- Serán más productivos.
- Serán más felices.
- Tendrán menos probabilidades de renunciar.
- Aumentará la lealtad de los empleados.
- Pasarán más tiempo con su familia.
¿No crees que es buena idea permitir a los empleados con discapacidad trabajar desde casa?
A pesar de todos los beneficios, no es tan simple hacer home office, se necesitan varias habilidades para que sea posible y funcional. Los empleados que trabajan desde su hogar no deberían distraerse pasando el tiempo en la cocina o tomándose una ducha larga; necesitan buenas capacidades de organización y, claro, mucha disciplina y automotivación.
¿Cómo puedes convencer a tu jefe que te deje hacer home office los viernes? ¿Qué argumentos puedes usar a tu favor? ¿Qué factores pueden aumentar tus posibilidades de conseguir que te permita laborar desde casa?
Qué dicen los expertos
El horario laboral de 9 a 5, de lunes a viernes tiene sus «orígenes en la Revolución Industrial», dice Nicholas Bloom, profesor en la Universidad de Stanford. «Pero los tiempos, están cambiando. Vivimos en una época diferente». Sin embargo, la mayoría de los jefes no dejan que los empleados trabajen desde casa. Muchos directores son profundamente escépticos al respecto. «Se refieren a hacer home office como «esquivar de casa» o «trabajar remotamente.” Las investigaciones sugieren lo contrario: trabajar desde el hogar aumenta la productividad, la eficiencia y el compromiso. «Es posible ser más productivo en casa que en la oficina», dice Karen Dillon, coautora de varios de los títulos más vendidos, incluyendo How Will You Measure Your Life?. No solo el trabajo desde casa elimina viajar diario a la oficina, que para la mayoría de la gente es una «pérdida de tiempo», pero también «permite que uno esté más enfocado y sea más eficiente».
Una nota de HBR sugiere estas estrategias para convencer a tu jefe que te permita hacer home office los viernes.
Reflexionar sobre tus motivaciones
Antes de abordar el tema con tu jefe, es importante saber por qué quieres hacer home office en primer lugar. Tu motivación puede ser profesional o personal. Trabajar remotamente «le da el tiempo y el espacio a una persona para concentrarse sin distracciones», dice Bloom. Puede que sean las responsabilidades que tengan que ver con niños, o el cuidado de padres ancianos.
Independientemente de las razones, hay que «ser honesto con uno mismo sobre lo que estás pidiendo». Serías injusto con tu jefe si le dices que quieres hacer home office para ser más productivo, pero lo que realmente quieres es estar en casa con tu hijo y casi no checar el correo electrónico.
Elaborar un plan
Dillon dice que es necesario considerar cómo sería un horario razonable de trabajo remoto. Es importante responder la pregunta qué quieres, si deseas trabajar desde casa los martes y jueves, cada otro viernes o es suficiente tener un horario flexible. Tu jefe necesita saber que puede contar contigo si tienes que asistir a una reunión importante en viernes, incluso si ese día te toca trabajar en casa.
Un tip que ofrece Bloom es que, si le propones a tu jefe hacer el home office un día por semana, sugiere que sea el miércoles. De esta manera, tu jefe no pensara que se trata solamente de una manera de alargar tus fines de semana. Puede funcionar porque ese día cae a mitad de semana.
Hablar con tu jefe
Tu propuesta debe ser simple y directa, dice Dillon. Es importante explicarle la idea a tu jefe, por qué quieres trabajar desde casa y cuál es el beneficio para la compañía. El último punto es fundamental. Algo que puedes decir es que leíste un artículo interesante en Expok que muestra cómo permitir que los empleados trabajen desde casa mejora los resultados que entregan.
Bloom dice que trabajar desde el hogar es una forma rentable de retener a los mejores colaboradores.
Darle tiempo a tu jefe
Es importante «no presionar al director para que te responda ‘sí’ o ‘no’ de inmediato», comenta Dillon. Si la conversación inicial va bien, él sugiere que le presentes a tu jefe una propuesta de una página con detalles sobre tu plan. Es entendible que necesite tiempo para pensarlo u obtener la aprobación del departamento de Recursos Humanos. Dale tiempo y el espacio para hacerlo sin presionar.
Estar dispuesto a experimentar
Una manera de lograr que tu jefe considere permitirte hacer home office es sugerir un período de prueba de tres o seis meses, según Bloom. Propón a tu jefe si tu idea se puede poner en marcha durante unos meses y, si por alguna razón no funciona, regresar de nuevo a la jornada normal en la oficina.
Impulsar el cambio organizacional
Permitir a los empleados trabajar desde casa es cada vez más una práctica estándar en las empresas en todo el mundo, dice Bloom, pero no todas las compañías se dan cuenta de los beneficios. Si tu jefe no aprueba tu solicitud, no lo tomes como algo personal, agrega Dillon. Es probable que tu jefe piense: «Si lo hago por un empleado, voy a tener que hacerlo por todos».
Simplemente hacerlo
Bloom dice que la suerte recompensa a los valientes. El experto se refiere a aprovechar la próxima vez que se presente una oportunidad como una tormenta o un problema en la casa y ser lo más eficaz posible trabajando desde el hogar. De esa manera, el colaboraro demuestra que puede ser productivo y usar eso para conseguir que el jefe acepte un acuerdo permanente, dice Dillon. Pero hay que hacer las cosas de modo que tu jefe no piense que estás abusando de su buena voluntad.
Trabajar desde casa no significa quedarte viendo la tele, pasar el día viendo películas o platicando en las redes sociales. Hacer home office es hacer lo mismo de manera productiva, como si estuvieras en la oficina.
¿Has trabajado desde casa? ¿Qué tal tu experiencia? ¿Estás considerando pedirle a tu jefe que te deje hacer home office los viernes? Yo ya lo hice y su respuesta fue “Sigue soñando”. Yo creo que es un anticuado y como no creo en los imposibles es muy probable que siga insistiendo. ¡Deséenme suerte!
[printfriendly]
Hola, interesante el artículo y excelente propuesta. Me parece que a la propuesta le faltan argumentos concretos basados en estudios más completos que arrojen cifras. En México nos falta mucha cultura del trabajo y desconfianza hacia nuestra forma de trabajar fuera de la oficina. Hoy día muchas empresas se mueven a partir de números, estadísticas, evidencias específicas, KPIs, etc. Si tuvieran información acerca de resultados concretos de éxito, estadísticos, que respaldaran la propuesta, ésta sería aún más convincente. Ojalá en una próxima entrega sobre este tema se integre este tipo de información. Me gusta su portal, Gracias. Saludos.