Si detienes tu mente un segundo y piensas en la esclavitud, es muy probable que venga a tu cabeza una época en la que millones de hombres y mujeres, principalmente de raza negra, fueron vendidos por todo el mundo para realizar tareas domésticas y trabajo forzado en condiciones verdaderamente lamentables. Sin embargo, la realidad es que no se trata de un problema del pasado.
Aun en esta época de grandes avances sociales y económicos, más de 21 millones de personas son víctimas del trabajo forzado por parte de individuos o empresas, y más de 4 millones de ellas se ven obligadas a realizar actividades sexuales, de acuerdo con la Organización Internacional del Trabajo (OIT). Se estima que esto genera unos 150,000 millones de dólares anuales de ganancias ilícitas en el sector privado.
De acuerdo con el Índice Global de Esclavitud 2014, México ocupa el primer lugar en este problema en América latina y el número 18 del ranking mundial con un total de por lo menos 266 mil 900 víctimas. ¿Sábes cuántos de ellos trabajan para ti?
El Día Internacional para la Abolición de la Esclavitud se conmemora cada 2 de diciembre con la finalidad de recordar que continúa en pie la lucha a favor de los derechos fundamentales de los trabajadores y contra erradicación de las formas contemporáneas de esclavitud, como la trata de personas, la explotación sexual y el reclutamiento de niños para los conflictos armados. ¿Pero qué pueden hacer las empresas para sumarse?
El pasado mes de octubre entró en vigor la Ley de Esclavitud Moderna en Reino Unido con el objetivo de buscar que todas las empresas se comprometan a erradicar estas prácticas a lo largo de su cadena de suministro, adoptando una mayor transparencia sobre sus procesos y su regulación interna para prevenir la esclavitud y tomar los derechos humanos mucho más en serio.
La nueva legislación busca también que a finales de marzo de 2016 toda empresa o filial que lleve a cabo negocios dentro de Reino Unido y tenga una facturación superior a los 36 millones de euros elabore un informe sobre la esclavitud moderna dentro de sus cadenas de suministro y las medidas que está tomando para erradicarla, a fin de promover la transparencia y que otras compañías involucradas en sus procesos de producción comiencen a sumarse a la lucha.
Desde luego, aún se esperan los resultados de los primeros informes, aunque es muy probable que incluyan información como la siguiente:
- Las políticas de la empresa en el respeto a las normas laborales de trabajo forzado, explotación infantil, trata de personas y otras formas de esclavitud moderna.
- Descripción de la cadena de suministro que la empresa utiliza y revisión de los riesgos comunes asociados con cada una de las etapas de la misma.
- Resultados de los esfuerzos por evitar la esclavitud y la trata de personas a lo largo de su cadena de suministro.
- Descripción detallada de los puntos de riesgo en materia de esclavitud y las medidas para gestionar y reducir el peligro.
- Políticas y procedimientos para hacer frente a los casos que pudieran surgir.
- Programas de capacitación para el personal en materia de esclavitud contemporánea y trata de personas.
- La eficacia de las políticas y procedimientos implementados para asegurar la ausencia de estas prácticas en las cadenas de suministro y los indicadores de desempeño pertinentes.