La agricultura es esencial para la vida humana: solventa la alimentación, la producción de bienes, y en general, representa la base de nuestro sistema económico y social. En México, esta actividad es la que genera mayor valor —un 70% del sector primario—, sin embargo, suele ser de las más golpeadas por las dinámicas abrasivas del “comercio convencional” que margina a los campesinos y pequeños productores.
Muchas de las mujeres y hombres dedicados al cultivo deben enfrentar condiciones injustas. Según el Centro de Estudios para el Desarrollo Rural Sustentable y la Soberanía Alimentaria (CEDRSSA), el 65% de esta población sufre de pobreza multidimensional. Lo anterior se debe principalmente a que las reglas del mercado la han marginado, puesto que la competitividad y la búsqueda del máximo beneficio son la norma de muchas organizaciones que dejan de lado el costo social y ambiental de tales exigencias.
No obstante, existe una solución que ha demostrado efectividad en crear condiciones más justas para las y los campesinos, se trata de un programa de comercio justo, y actualmente, una empresa líder a nivel mundial en nutrición, salud y bienestar está logrando consolidarse en los campos mexicanos.
Comercio justo: Una solución real
Para entender por qué un programa de comercio justo puede ayudar a mejorar las condiciones de vida de las personas, primero hay que entender qué involucra este concepto. El comercio justo nace como una respuesta para dignificar el trabajo de los agricultores. La World Fair Trade Organization (WFTO) lo describe como un movimiento mundial que busca nuevas formas de comercialización que brinden productos que mejoren las condiciones sociales y ambientales.
El comercio justo es una relación comercial, basada en el diálogo, la transparencia y el respeto, que busca una mayor equidad en el comercio internacional.
World Fair Trade Organization (WFTO)
El comercio justo no se trata de pagar un mayor precio por algún insumo, sino de dar un intercambio equitativo a todo el proceso que conlleva el mismo, además de eliminar a los intermediarios (quienes suelen tener costos egoístas para aumentar su ganancia), creando una verdadera relación entre el productor y el consumidor final.
Esta vinculación conlleva grandes beneficios, entre los que destacan la disminución de la pobreza, el impulso a un esquema sostenible y un impacto visible en las localidades productoras, aunque, sin duda, el más importante es el de recordarnos que todos necesitamos de todos.
El comercio justo apoya a los agricultores y trabajadores marginados en los países en desarrollo, permitiéndoles cuidar su medio ambiente y construir una vida mejor y más segura para ellos, sus familias y sus comunidades.
University Canterbury.
Por ello, debido a su gran compromiso social y ambiental, Nestlé ha impulsado un programa de comercio justo por medio de su Cocoa Plan, estrategia que demuestra lo importante que son para la empresa, las comunidades y la naturaleza.
Delicia y responsabilidad: Nestlé Cocoa Plan
Sin duda, el sabor de los chocolates que produce Nestlé —aglomerado con presencia en más de 187 países y compuesto por más de 2,000 marcas— ha llegado a cada rincón del mundo, por lo que estos productos representan una parte fundamental para la empresa.
Derivado de esto, dentro del Nestlé Plan Cocoa —el cual tiene como objetivo garantizar una producción sostenible del cacao, ingrediente principal del chocolate— se ha implementado un programa de comercio justo que beneficia a productores mexicanos de los estados de Tabasco, Guerrero, Chiapas y Veracruz.
El comercio justo representa un proceso clave dentro de las producciones sustentables, ya que la compañía es consciente de que las actividades humanas tienen un eco en la naturaleza, por lo que regenerar y construir instrumentos justos son claves para las metas de Nestlé Plan Cocoa:
La concientización sobre la necesidad de devolver al suelo un poco de la riqueza que nos brinda se vuelve fundamental. Por ello, es indispensable promover prácticas de agricultura regenerativa, que buscan conservar y restaurar las tierras agrícolas para mejorar la salud del suelo, a través de una producción alimentaria sostenible para el planeta.
Nestlé México.
En este sentido, la iniciativa cuida tres puntos que ayudan a mejorar la producción de cacao y por supuesto, de la mano de un programa de comercio justo, a dar una mejor calidad de vida a quienes lo producen. Estos son:
- Cadena de suministro.
- Rentabilidad.
- Desarrollo social.
En el primero se realiza la compra directa con los cacaocultores, eliminando a los intermediarios, pagando un precio justo por los frutos, lo cual hace que sean los sembradores quienes llevan a cabo la recolección, fermentación y venta sin depender de externos. Tan solo en 2020, dicha acción se tradujo en un 227% en el crecimiento de compras a las cooperativas.
Con el segundo y tercer punto, Nestlé ha motivado la agricultura regenerativa y la capacitación de los agricultores (logrando a la fecha la de 1,600), poniéndoles a su disposición nuevas tecnologías, mejores plantas, conocimientos en cultivos regenerativos y protección del medio ambiente, que, además de beneficiar a la naturaleza, tienen un impacto directo sobre las vidas de todas las personas.
Desde hace varios años, Nestlé está comprometido a implementar prácticas agrícolas sostenibles que contribuyan al desarrollo de la agricultura regenerativa, generando medios de vida sostenibles para los agricultores, reduciendo las emisiones de carbono, protegiendo la biodiversidad y conservado y reponiendo los recursos naturales utilizados.
Nestlé México
De esta manera, la compañía ha demostrado que el comercio justo no solo es una remuneración económica adecuada, si no que contempla todas las dimensiones sociales y ambientales, pues entiende la interdependencia que existe entre todos estos factores.
¿Por qué es valioso?
El cacao mexicano cuenta con una historia casi ancestral, cultivado desde hace milenios por los mayas y olmecas, este fruto es uno de los principales sabores consumidos a nivel mundial. Datos de 2016 de la CEDRSSA afirman que México —pese ha ser la nación “origen” del cacao incluso la palabra proviene de la lengua azteca— es el onceavo cacaocultor del mundo, lo que refiere una falta de fomento a la población que cosecha.
Por lo que el empeño que pone la empresa Nestlé —quien es el principal comprador de la siembra mexicana— en el cuidado del cacao ha marcado una pauta en la forma en la que se lleva a cabo la producción y comercialización de este ingrediente, limpiando las desigualdades en este sector, como lo son: “la deforestación, el trabajo infantil y la falta de ingresos en los hogares dedicados a la cosecha del mismo”.
Cocoa Plan Nestlé ha tomado estas problemáticas como desafíos a resolver, apostado por México y sus agricultores, muestra de ello son sus esfuerzos en cuanto a hacer efectivos los resultados del programa de comercio justo, porque junto al bienestar de las comunidades también está el del producto, los consumidores y otros de sus stakeholders. Así que cuando consumas un rico chocolate Nestlé, ten por seguro que estás aportando a la sociedad y medio ambiente.