¿Quién es más criminal? ¿Aquel que asalta a mano armada en la calle a un transeunte o el CEO que estafa a la sociedad y/o a su empresa? Según Foundation for Youth Development, los dos son igual de culpables… aunque podrían haber sido igual de inocentes.
Asumir que un joven que se viste de forma popular y asiste a una escuela pública, es diferente de aquel que utiliza ropa de marca y asiste a una institución privada es, por un lado discriminatorio, y por otro, completamente erróneo.
La historia y los casos actuales nos han enseñado que las apariencias no determinan el destino, los valores ni las acciones de las personas.
Esta es la premisa que Foundation for Youth Development defiende; una ONG de Nueva Zelanda cuyo objetivo es inspirar a todos los niños y jóvenes en edad escolar para alcanzar su máximo potencial a través de programas de autoestima, promoción y buenos valores que enseñen habilidades valiosas de la vida. Los programas de Foundation for Youth Development tienen el potencial para beneficiar significativamente a la población joven, mejorando con ello sus perspectivas de empleo, salud y vida en general.
El diseño que exponemos a continuación que realiza la ONG en forma de test, es una prueba contundente y nos hace irremediablemente pensar en gente como Bernard Madoff, cuya apariencia siempre fue impecable pero su historia en los negocios podría escribirse con lodo.
Una imagen que debería colocarse en todas las escuelas profesionales, especialmente, en aquellas de negocios.