Ver a una mujer en el ámbito del emprendimiento financiero o formando parte del Capital de riesgo puede sorprender a más de una persona e incluso, las mujeres que ya trabajan en estas áreas, señalan que en pleno 2018 se siguen enfrentando a ciertos tabúes de la industria y de sus compañeros.
¿Una mujer en el ámbito del emprendimiento financiero?
De acuerdo con algunas mujeres que pertenecen al ámbito del emprendimiento femenino, esta área es muy complicada porque no existe diversidad. Por fortuna, la sociedad cada vez es más consciente y exige equidad y más diversidad en el mundo laboral.
Esto ha permitido que muchas mujeres encabecen más empresas y proyectos financieros a los que otras mujeres puedan acudir para poder financiar e impulsar sus proyectos, al mismo tiempo que fomentan un cambio en las industrias.
Aunque, en toda esta transición y hasta el momento, una mujer en el ámbito del emprendimiento financiero sigue experimentado ciertas barreras, discriminación e inequidad. Veamos algunas de ellas.
1-. Aislamiento
Saira, una integrante del Capital de riesgo en el Medio Oeste, señala que cuando estaba embarazada, en la firma le permitieron cuidarse y encontrar una rutina que le permitiera cumplir con sus deberes laborales así como personales.
Aunque, esta etapa, la hizo percatarse de que era la única mujer colaborando en esta área de la empresa, resaltando que aún falta mucho por integrar.
No obstante Saira señala que si ella se encontrara laborando en una firma ubicada en Nueva York, quizá se hubiera enfrentado a un jefe que la hubiera juzgado e incluso le hubiera retirado la oportunidad de seguir laborando y creciendo dentro de la compañía.
«Mi perspectiva es que la mayoría de la gente pone a la familia primero en donde laboro y la ubicación en donde vivo, también es fundamental, ya que aquí la familia es primero y existe otro paradigma, señala.
En otro escenario solo la hubiera aislado de sus demás compañeros, señalando que una mujer que tiene que salirse temprano para recoger a sus hijos, no tendrá la capacidad para enfocarse en su trabajo y menos en un ámbito financiero.
Saiara menciona que a lo a largo de su carrera, también ha notado que los hombres cuyas parejas trabajan, son mejores personas y tienen una perspectiva más amplia sobre la importancia de crear espacios inclusivos, equitativos y diversos en el trabajo.
2-. Fuera del espacio laboral
Saiara señala que la sensación de estar en desventaja, también puede experimentarse fuera de las oficinas o espacios de trabajo, compartiendo que cuando trabajaba con un grupo de ingenieros, se percató de que pro primera vez su género seria un problema para su desarrollo profesional.
«Hubo un viaje de campamento que todos los chicos de mi equipo organizaron y yo era la única que no fue invitada. Me quedé impactad… Fue algo tan pequeño y sutil, pero fue la primera vez que lo sentí”.
Este aislamiento fomenta que muchas mujeres decidan no asistir a diversos eventos por el temor a quedar en un rincón y sentirse aisladas pero, también representa una oportunidad perdida porque no les permite relacionarse profesionalmente.
Para Kristin, esta mala dinámica porque fomenta que las mujeres estén en desventaja pero poco a poco esto comienza a regularse y las empresas más conscientes hacen eventos en donde todos puedan participar y sentirse incluidos.
3-. Sondeo
Kristin dice que algunas de sus peores experiencias como mujer en en el ámbito del emprendimiento financiero han sido las entrevistas de trabajo, donde a menudo tuvo que responder preguntas que creía que no se habrían preguntado a un candidato masculino, o simplemente preguntas inapropiadas.
Como su apellido de casada, cuántos hijos tiene, sus planes ser embarazarme o no, entre otras preguntas que van más allá de lo profesional.
Durante el proceso de la entrevista, a Kristin le quedó claro que muchas empresas querían atraer a mujeres a sus equipos, pero no contaban con las políticas, capacitación y herramientas necesarias para hacer de su equipo uno más diverso e incluyente.
«Fue un momento interesante porque muchos fondos estaban muy enfocados en tratar de contratar a una mujer. Eran lo suficientemente conscientes de sí mismos como para reconocer que querían diversificar su equipo, pero no creo que tuvieran” , señaló.
4-. Te interrumpes o bajas la voz
Kristin actualmente trabaja en un fondo que es administrado por mujeres, y diariamente tiene que convivir con personas externas que no están dispuestas a tratar cosas de negocios con mujeres.
«Lo veo más en muchas de las llamadas iniciales que tenemos con los empresarios. La forma en que generalmente se manifiestan no es para nada responsable”, señala.
En otros casos, ella hacía una pregunta específica y un fundador o inversionista simplemente la ignoraba y se dirigía hacia un colaborador del género masculino o simplemente cada que hablaba era interrumpida.
«Hubo una ocasión en que mi jefe tuvo que decirle a un inversionista que se callara y que me dejara terminar de hablar. A pesar de que en su momento fue agradable esta acción posteriormente me hizo sentir como una hija protegida por su papá”, señaló.
Para Kristin, una mujer en en el ámbito del emprendimiento financiero debe de tener la posibilidad de crecer; expresarse sin temor a que la callen o la interrumpan y ser un escalón par que otras mujeres también puedan emprender sin temor a los prejuicios de los inversionistas.
Cada vez son más mujeres las que están ganando terreno en el ámbito tecnológico y financiero, convirtiendo a esta industria que principalmente era liderada por hombres, en una más diversa, fuerte y equitativa.
Hoy en día existen grandes ejemplos de mujeres que lo han logrado en el ámbito del emprendimiento financiero, como Sonali De Rycker, socia principal de Accel y codirectora de la sede de Londres o Laurel Bowden, socia de 83North.
Cada una de ellas esta demostrando que la mujer en el emprendimiento financiero y los negocios tecnológicos esta dejando una huella positiva y rompiendo muchas barreras
