La elaboración de un producto requiere recursos que pueden aumentar o disminuir su huella, comenzando por el empaque.
Sólo en México se fabrican anualmente 8 500 000 toneladas de envases. De éstas, 38% son de vidrio; papel y cartón representan 26%, plástico 16%, madera 14% y metal 6%, según datos de la Asociación Mexicana de Envase y Embalaje (AMEE).
La tendencia mundial apunta a reducir el impacto ambiental de los empaques, ya sea a través de su eliminación o de un menor consumo energético, que considera desde la producción de la materia prima, hasta la disposición final del envase, lo que además incluye la innovación en materiales biodegradables o fácilmente reutilizables.
A lo anterior, hay que agregar que la sustentabilidad debe contemplar también el ecodiseño, concepto que permite seleccionar materiales con bajo impacto, reducir su cantidad y optimizar procesos y sistemas de distribución.
Más inteligentes, biodegradables y reusables
Científicos de todo el mundo han comenzado a desarrollar materias primas de empaques que sustituyen al plástico y al papel, mediante el uso de biopolímeros procedentes de recursos renovables. Sin embargo, estos materiales también presentan una desventaja, debido a que algunos, especialmente los provenientes del maíz y la caña de azúcar, consumen más energía al procesarse.
Otro de los conceptos relacionados es el de envases inteligentes; éstos se clasifican según sus propiedades, componentes o materiales. Entre las patentes más destacadas, se encuentra una italiana, bajo el nombre comercial “Caliente, caliente”, que ha sido producida en los últimos años en Nápoles por la empresa Malgara Chiari & Forti; este envase para comercializar café es capaz de calentarse solo, por lo que no es necesario el uso de microondas.
PLA o ácido poliláctico. Es un material biodegradable transparente hecho de ácido láctico proveniente del trigo, maíz y betabel. Puede procesarse igual que el plástico derivado del petróleo y es muy similar a éste, el único problema es que no se puede reciclar. Actualmente se utiliza para empacar alimentos congelados y se realizan experimentos para utilizarlo en el embotellamiento de bebidas.
Bambú. Material fibroso con alta resistencia que podría sustituir al unicel. Si se combina con fibra de caña de azúcar o fécula de maíz, se incrementa su durabilidad. En México se comercializan vajillas y cubiertos desechables de este material enBamboorganics.
Fibra de palma u hojas secas. La fibra es el material que sobra después de que la fruta de palma es cosechada para el aceite. En Costa Rica, se distribuye bajo la marca Ecopack. Las hojas se usan en México, y una muestra es la marca Ambientah, línea de platos, vasos y cubiertos desechables.
AgroResin. es un material compostable hecho de desperdicios agrícolas. Tiene un aspecto similar al embalaje de fibra de palma. Se utiliza principalmente para hacer empaques para llevar en negocios de pastelería y alimentos.
Goma de mezquite. Mezclada con proteínas de leche y almidón, forma una película transparente y comestible que puede servir como una efectiva barrera contra la humedad. Aún se encuentra en fase de experimentación.
“Ricardo Parra, miembro de la Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia y especialista dedicado a la investigación y desarrollo de nuevos materiales, explica que una tendencia importante es el uso de la nanotecnología para crear empaques que incorporen antioxidantes, enzimas, saborizantes, nutraceúticos y agentes antimicrobianos, además de absorbentes de oxígeno y humedad, para cubrir alimentos perecederos».
Fuente: Revista Equilibrio No. 49
Publicada: Septiembre de 2012
[…] no es la primera vez que se crean empaques más sustentables o comestibles y definitivamente no será la única. Es probable que en los próximos años, las […]