Lo que pensamos de un lugar puede tener más fuerza que los hechos concretos. La reputación de un país influye en todo, desde política exterior e inversión extranjera hasta en la decisión de visitarlo o tenerlo como residencia.
Un estudio reciente de la consultoraReputation Institute, especializada en medir reputaciones de compañías, se propuso cuantificar la idea de los países con mejor fama en el mundo.
Se consideraron 16 distintos factores como que el lugar fuera bonito y seguro para los visitantes, que tuviera residentes amistosos y acogedores, y que gozara de políticas progresivas y un gobierno efectivo.
La encuesta se llevó a cabo vía internet, sobre una muestra de 48.000 residentes de países del G8, las ocho naciones más industrializadas del mundo. A ellos se les preguntó por 55 países, una lista que incluía a los que tienen el PIB más alto, están más poblados, y organizan eventos importantes.
Para contrastar la reputación con la realidad, hablamos con residentes y expatriados que viven en los cinco países que encabezaron la lista.
Suecia
Desplazando recientemente a Canadá como el país con mejor reputación mundial, Suecia satisface, según sus residentes, todos los requisitos en seguridad, acogida a los extranjeros y belleza.
Es también único en Europa Occidental por haber evitado, en gran parte, el impacto de la Segunda Guerra Mundial y en seguir siendo neutral actualmente.
“En Suecia parecen estar contentos con su estatus independiente“, dice el Dr. Ernest Adams, un académico británico que reside parte del año en el país escandinavo.
“Es, al mismo tiempo, uno de los países que da mayor acogida a los refugiados en Europa“, agrega.
Sin embargo, en la capital, Estocolmo, algunos residentes extranjeros resaltan que, inicialmente, los locales pueden parecer huraños.
“Luego te das cuenta de que les gusta ser reservados y que esperan esa forma de respeto de los demás también, ya sea para bien o para mal”, dice Kat Trigarszky una británica autora de un libro sobre sus experiencias como
madre en la capital sueca.
“Es bastante raro no conocer bien a tus vecinos”, agrega.
Los artículos de lujo y para el entretenimiento pueden ser muy caros en la capital. El impuesto o IVA es del 25% y los residentes se quejan del precio de las bebidas alcohólicas. Un cóctel cuesta en promedio US$15.
Aún así muchos suecos ahorran cocinando en casa y utilizando la vasta y económica red de transporte público.
Canadá
A pesar de caer al segundo lugar en la lista, los canadienses están hablando mejor que nunca de su país, especialmente gracias a la política gubernamental de “brazos abiertos” hacia los refugiados sirios.
“Hay un interés nacional por asegurarse de que quienes han sufrido tanto puedan reconstruir sus vidas“, señala el canadiense Jeremy Arnold, quien escribe frecuentemente sobre su país en el sitio de preguntas y respuestas
Quora.
“El canadiense promedio se define por su afán de ver protegido nuestro modo de vida inclusivo y comunal. Nos encanta ver videos de inmigrantes sirios disfrutando su primer Día de Canadá (Fiesta Nacional)”.
La política de “brazos abiertos” de Canadá le gana puntos en reputación.
Canadá también saca buena calificación por ser uno de los países más seguros del mundo.
“No es una utopía. Tenemos delincuencia y pandillas”, destaca Arnold.
“Pero también tenemos una fuerte red de seguridad social y un compromiso compartido hacia valores como el respeto mutuo y un alegre multiculturalismo”.
Aunque tanto Vancouver como Toronto son ciudades caras con relación a lo precios mundiales, Canadá es en general relativamente asequible, comparándose con otros países desarrollados.
Suiza
Contar con bellezas naturales puede ser cuestión de suerte, pero factores como la cordialidad de sus residentes y las políticas progresivas tienen que ver con la riqueza y cultura de un país.
Son aspectos positivos que Suiza tiene de sobra, afirma Jason Li, quien vivió tres años en la nación helvética.
“De más está decir que es un país rico“, señala Li. “Tiene una larga tradición en hostelería organizada y el 20% de los residentes son de origen extranjero”.
Lausana, en Suiza, es una ciudad universitaria que no está dominada por la industria
Muchos expatriados terminan viviendo en centros de negocios como Ginebra, Basilea y Zúrich, pero Li prefirió quedarse en Lausana.
“Es una ciudad universitaria que no está dominada por la industria”, apunta Li. “Los estudiantes le dan energía y empuje, y su vida nocturna está entre las mejores del país”.
Aunque Suiza constantemente figura entre los países más caros del mundo, sus residentes se benefician de tener alquileres controlados y asistencia médica universal.
Australia
Es un país querido por sus residentes por las sensaciones de seguridad, protección y paz que brinda, algo que tiene origen, en parte, en su postura frente a la armas de fuego.
“Australia las prohibió hace décadas, así que la violencia con armas de fuego es mínima“, dice Ganesh Krishnan, un indio que ahora vive en Melbourne.
“Aquí podemos estar seguros de poder caminar por las calles, libres de miedo, de día o de noche”.
Melbourne está considerada como una de las ciudades más “vivibles” del mundo.
El marino retirado de la Armada de EE.UU., Pedro Vásquez también resalta que “se preocupen tanto por el ambiente y por el bienestar animal; por supuesto también ayuda que los australianos sean tan cordiales”.
Melbourne ha sido clasificada como una de las ciudades más habitables del mundo, en gran parte debido a su extenso sistema de transporte público.
Perth, un lugar apropiado para la vida familiar, y Sídney, centro de actividad económica, también aparecen entre los lugares que más atraen a expatriados de todo el mundo.
El país tiende a ser bastante económico con un servicio de salud universal de gran calidad y financiamiento gubernamental para la educación superior.
Noruega
Como un país seguro y de paisajes pintorescos, Noruega merece su reputación, según los residentes.
“Todos los ‘prejuicios’ sobre Noruega son verdad“, afirma Barbara Schwendtner, una austríaca que vive en Oslo y es guía para Your Local Cousin, una startup que pone a viajeros en contacto con residentes de gustos
similares.
“La gente es bella, la igualdad de género está asentada en la vida cotidiana y los paisajes son impresionantes“.
Es también un país rico que invierte su ingreso petrolero en el desarrollo del país y en ahorrar a través de fondos para las generaciones futuras.
A los noruegos les gusta la vida al aire libre.
Los extranjeros residentes son bien acogidos y suelen radicarse en Oslo, una ciudad no muy grande cuyas principales actividades se concentran en el centro y sus alrededores.
Sin importar donde residan, los noruegos pasan mucho tiempo fuera de sus casas.
“Les encanta estar al aire libre, practican esquí a campo traviesa en el invierno y hacen senderismo en el verano”, destaca Schwendtner.
Es una afición especialmente conveniente, ya que otras actividades pueden resultar muy costosas.
“En otros países uno puede salir a cenar varias veces a la semana, pero eso no es recomendable en Noruega”, dice Schwendtner.
“La gente busca actividades de ocio menos caras, como hacer ejercicio y disfrutar la naturaleza”.
Fuente: Animal Político