Si has trabajado codo o codo (ya sea como parte de un equipo, como líder o como subalterno) con una persona tóxica, sabes que su efecto es profundo dentro de una organización; los trabajadores tóxicos contagian de su actitud a otros y ésta se propaga con mucha facilidad. Tener uno solo como parte de la empresa es muy dañino, y su efecto no puede ser neutralizado con colaboradores estrella.
Por estas razones, es importante eliminar a este tipo de personas desde el proceso de contratación. La experta y profesora Christine Porath escribe en Harvard Business Review sobre los procesos que debe seguir un líder que quiere contratar a nuevos integrantes para su equipo, los cuales ayudan a asegurar que no se tratará de una persona tóxica.
En la entrevista
Lo primero es contar con un proceso estructurado de entrevistas en el que se pregunte a todos los candidatos las mismas cuestiones en el mismo orden, enfocadas en buscar señales de civilidad y cortesía. Porath recomienda hacer cuestionamientos hipotéticos («¿cómo reaccionarías si…?») pero pedir también dos o tres ejemplos de comportamientos pasados que demuestren los valores que se están buscando.
Además de tomar nota de las respuestas, la experta pide a los reclutadores que observen comportamientos como la puntualidad, la negatividad al hablar de anteriores empleadores y la toma de responsabilidad respecto a resultados o situaciones. ¿Se admite responsable de las cosas o siempre culpa a situaciones o personas externas?
Después de la entrevista
No te quedes con tan sólo tu opinión, pregúntale a todas las personas que interactuaron con el candidato qué pensaron de él o ella: ¿cómo trató al encargado el estacionamiento, a la recepcionista, al asistente? Ellos podrán decirte si la persona mantiene su personalidad amable y respetuosa aun cuando no está siendo entrevistada.
De la misma manera, no olvides preguntarle a sus referencias (antiguos jefes o compañeros) sobre su desempeño al trabajar en equipo, su inteligencia emocional, qué pensaban de él o ella sus subordinados, sus reacciones a la autoridad, etc.
Otra buena idea es pedirle a los integrantes equipo que trabajaría con el candidato que salgan con él o ella a comer, a cenar o a ver un partido. Así, la persona podrá ver de cerca los valores de la organización y evaluar si quiere unirse. Si la respuesta es negativa, tanto tú como el posible reclutado se ahorrarán tiempo y frustración, sin contar con el dinero de la empresa.
Finalmente, Porath recuerda que no se puede esperar que una persona sea cortés si dentro de la organización no se da ese ejemplo. Siempre debes tratar a todos los candidatos, sin importar qué tan capacitados estén o cuál es el puesto al que se postulan, con respeto.
