Hace unas semanas en este espacio compartimos la historia de como la marca Lego se adelantó a menos 30 años en equidad de género a través de un anuncio en el que su producto (tradicionalmente destinado a niños) se encontraba en manos de una niña pelirroja y alegre. ¿Qué sucedió con esa pequeña después de convertirse en una modelo de la equidad de género en plena década de los ochenta? y ¿Qué piensa ella de la identidad actual de la compañía a la que dio un rostro hace 30 años?
En una publicación para el portal Women you shoud know, Lori Day da respuesta a estas interrogantes y presenta a Rachel Giordano, una médico naturista de Seattle que a los 7 años de edad posó para un anuncio que retaría los roles de género.
Rachel declara que cuando fue tomada la fotografía para la campaña «What it is, is beautiful» en 1981, ella llegó al estudio una hora antes durante la cual le permitieron jugar con los bloques para dar vida a su propia creación, el resultado puede admirarse en la fotografía al igual que la ropa que ella misma portaba para la ocasión. Es decir la Rachel de 7 años que aparece en el anuncio es una niña real, sin ropa preparada por la marca especialmente para la ocasión, sin peinados delicados, y carente por completo de los tonos rosas y morados que las marcas han impuesto actualmente en los productos realizados especialmente para niñas.
Ahora LEGO ha lanzado una camioneta de noticias como parte de su linea «Friends». El juguete que si incorpora el color rosa y que se enfoca en la noticia de un pastel gigante, incluye una linda reportera que habla frente a la cámara, mientras un hombre se encarga de grabarla.
De esta forma, a pesar de haber superado los estereotipos del ama de casa para dar paso a juguetes que toman en cuenta la posibilidad de una carrera profesional, el mensaje continúa siendo «Luce linda y sonríe a la cámara». No es que se busque que las niñas jueguen con periodistas que buscan grabar escenarios de guerra, pero reporteras que sonríen y cubren notas de pasteles no es un mensaje que carezca de sexismo.
Al respecto, Rachel afirma que el problema comienza desde el momento en el que existen juguetes hechos para niños o para niñas, las marcas construyen un mensaje para ellos pensando que una niña solo abriría el empaque si es rosa, y que un niño solo compraría el juguete azul.
Giordano asegura que los bloques de LEGO de 1981 eran neutros por lo que no había un mensaje creado por la marca sino por el niño que jugaba con ellos. Ahora son los juguetes los que dicen a los niños que hacer.