Por: María Fernanda Sánchez
El cambio climático, la responsabilidad social y la transparencia son temas que a nivel mundial han causado grandes impactos durante los últimos años produciendo cambios en el panorama financiero global.
La firma Natixis IM dio a conocer los resultados de su último reporte “Buscando lo mejor de dos mundos”, el cual deja ver que los inversionistas reflejan un mayor interés por la inversión ESG, es decir, aquella que se alinea a criterios de medio ambiente, sociedad y gobierno corporativo.
Algo que los inversionistas mexicanos están asimilando cada vez más es la importancia de alinear su inversión a proyectos que respeten el entorno natural y sean congruentes con la ética y la responsabilidad social.
Mauricio Giordano, director general de Natixis IM en México, explicó que alrededor de 60% de los inversionistas están comenzando a ver la inversión ESG desde una balanza que les proporciona un rendimiento superior a los índices del mercado y, por otro lado, los análisis de este tipo de inversión cuentan con una fase adicional que permite tener un mayor control de riesgos; algo que no proporciona una inversión normal.
De acuerdo con el reporte, más de la mitad (56%) de los inversionistas individuales cree que las empresas que demuestran altos niveles de integridad se desempeñarán mejor que las que no lo hacen.
Además, los inversionistas institucionales continúan a la cabeza en la adopción de estrategias ESG en sus portafolios. Casi dos tercios (66%) creen que ESG se convertirá en una práctica estándar en los próximos cinco años, a partir de un 60% en el 2017.
Los procesos de una inversión ESG permiten que los profesionales de las finanzas trabajen de forma más transparente y con un propósito benéfico que es profundamente rentable, consideró Mauricio Giordano.
Inversión ESG no es igual a “bueno”
De acuerdo con el estudió, 49% de los inversionistas individuales no está dispuesto a sacrificar el rendimiento de los proyectos por hacer una inversión ESG, respecto a esto Mauricio Giordano explicó que, para este tipo de inversiones, como en todo, hay estrategias que generan rendimientos superiores e inferiores, sin embargo, el error reside en creer que al realizar una inversión ESG se está invirtiendo en algo bueno, lo cual no es necesariamente cierto.
Los riesgos siempre existen en el ámbito financiero y más cuando se hacen inversiones normales por la poca profundización en los análisis. La inversión ESG tiene riesgos, pero la capa de análisis adicional protege la reputación de las compañías si algo falla; el impacto financiero es menor debido a que toda la inversión involucra forzosamente un equilibrio entre gobernanza, responsabilidad social y ambiente, lo cual asegura que el proyecto se esté haciendo de la manera correcta.
Para hacer una inversión ESG es necesario realizar un análisis financiero e identificar qué temas pueden generar rendimientos importantes en un futuro.
En la actualidad temas como el agua, cambio climático y transformación de basura son de los que pueden otorgar mayor beneficio a los inversionistas a través de la sustentabilidad que puedan otorgar los proyectos.
A diferencia de generaciones de más edad, la mayoría (56%) de los inversionistas Millennials y la mitad (48%) de los de la anterior Generación X indica que creen que sus inversiones pueden tener un impacto positivo en el mundo. Solamente 41% de los Baby Boomers y 30% de la Generación Silenciosa opinan igual, según el estudio.
Para los inversionistas globales, el medio ambiente continúa como la consideración principal en ESG. Al pedirles que identificaran los factores en los que se enfocan más al incorporarlos en su estrategia de inversión, más de tres cuartas partes (76%) de los inversionistas institucionales seleccionaron al factor ambiental, seguido de gobernabilidad (70%) y social (61%).
¿Cuál es el panorama en México?
En el caso de los inversionistas mexicanos más jóvenes, la inversión ESG es muy importante debido a este apetito de cambiar y mejorar el mundo, sin embargo, las métricas que existen actualmente todavía no están estandarizadas, es decir, no se cuentan con procesos bien establecidos que permitan calificar el beneficio de los proyectos.
El riesgo radica en que si no existe una capacidad de análisis profunda, la inversión ESG puede ser inestable por la falta de conocimiento de mercado para desarrollarla.
Hace cuatro años los inversionistas mexicanos creían que era muy romántica la idea de invertir en estrategias de medio ambiente, gobernanza y social pero la percepción ha cambiado muchísimo: 60% de los inversionistas anticipa que las estrategias ESG forzosamente estarán dentro de los procesos de inversión en los siguientes cinco años.
Además, consideran importante tener un impacto social positivo a través de sus inversiones: 57% está acuerdo, 21% está totalmente de acuerdo, 15.7% está en desacuerdo y 5.7% totalmente en desacuerdo.
La tendencia y el mercado están alineando cada vez más las inversiones a criterios respetuosos con el medio ambiente y la sociedad, concluyó Giordano.