Parece increíble pensar que al realizar tareas domésticas como lavar ropa, platos y otras actividades similares, se genere un impacto significativo para el planeta. Es en este aspecto que las empresas —como Procter & Gamble, multinacional de bienes de consumo diario— saben que sin mucho tiempo para detener la situación, pequeños cambios pueden contribuir a reducir la huella de carbono que se produce en el hogar, de acuerdo con Sustainable Brands.
Marcas ayudan a consumidores a ser sustentables
Los efectos de la crisis climática, tanto en las personas como en el planeta, ya están ocurriendo. Uno de los grandes retos para las compañías en su camino al cero neto, es la reducción de las emisiones de Alcance 3, las cuales se crean por la actividad del emisor pero, son propiedad y están bajo el control de un agente ajeno a este.
Las organizaciones reconocen que elementos como los ingredientes, la fabricación y el empaque, contribuyen a la producción de CO2, por ende, deben poner en práctica acciones que reviertan la situación. Ante esto, Procter & Gamble, conocida como P&G, ha entendido que sus emisiones tienen un impacto ambiental y que debe ayudar a sus consumidores a reducirlo.
A partir de un estudio de evaluación del ciclo de vida del producto (CLV, por sus siglas en inglés) se encontró que 70% de la huella de carbono de la ropa se produce cuando se lava en casa. Esto dio la pauta para comprender que pequeños cambios en la rutina de limpieza pueden marcar una gran diferencia en la reducción de las emisiones de carbono.
Retos para el Net Zero
¿Esas modificaciones aseguran que los artículos continúen brindando resultados favorables? Lo anterior solo es uno de los tres retos que tiene P&G para lograr el cero neto, mientras aborda el impacto de sus emisiones directas.
1. Innovación en fórmulas eficientes
P&G sabe que, bajar la temperatura durante el ciclo de lavado de una carga de ropa, puede marcar una gran diferencia en la reducción de las emisiones de carbono. Por ello, es crucial que los detergentes limpien bien a 30°C o menos. Y la biociencia ha ayudado a descubrir nuevos ingredientes, utilizando enzimas, para crear fórmulas que funcionan bien en los lavados en frío.
Además, las enzimas funcionan como catalizadores, por ejemplo, para limpiar el coral en el océano. Investigadores sobre Ariel, una de las marcas de detergente de la empresa, están desarrollando limpiadores naturales con una innovadora tecnología biodegradable, llamada Purezyme.
A partir de la creación de esta, se ayudará a los consumidores a ser sustentables, al reducir los «comportamientos compensatorios», como volver a lavar, sobredosificar o usar temperaturas más altas, a los que, comúnmente, recurren cuando los detergentes no funcionan bien.
Crear conciencia sobre la acción de los clientes es fundamental para reducir las emisiones de los hogares aunque, eso debe reforzarse con la confianza en el desempeño de los productos que adquieren.
2. Sensibilizar sobre acciones sostenibles
Para P&G, si las marcas ayudan a las personas a ser sustentables, no se trata solo de permitir que adopten comportamientos sostenibles al lavar la ropa o limpiar, sino que comprendan los beneficios y tengan la confianza para hacerlo.
Es posible que algunas no estén enteradas del impacto del uso de agua caliente en varias actividades de limpieza y depende de las industrias, que ofrecen productos de lavandería y cuidado de la casa, aumentar su concientización.
Ocurre lo mismo con la cantidad de agua utilizada: al lavar los platos, puede sorprender que un lavavajillas de bajo consumo, utiliza cuatro galones de agua por ciclo, en comparación con el lavado a mano, que requiere cuatro galones cada dos minutos. En este sentido, las marcas ayudan a consumidores a ser sustentables cuando conectan con ellos.
3. Alianzas para la descarbonización de la lavandería y la limpieza
La crisis climática no se puede abordar de manera individual: las asociaciones son cruciales. Las corporaciones deben trabajar juntas para desarrollar nuevas tecnologías y soluciones. En el caso de Tide, producto de P&G, las colaboraciones con Twelve —una compañía nueva con sede en Silicon Valley a la vanguardia de la transformación del carbono— exploran el uso de la tecnología de captura y empleo de carbono en la fórmula del producto.
Asimismo, P&G está a lado de socios como Paboco (Paper Bottle Company) para reducir su uso de plásticos, encontrando soluciones para contener líquidos con envases a base de fibra. Además, con la incorporación de ingredientes naturales está encontrando materiales alternativos, y se están produciendo innovaciones de envases circulares a partir de bases biológicas, como las cápsulas de detergente Ariel en un nuevo embalaje de cartón.
P&G buscará, a partir de dos de sus marcas para el cuidado de la ropa, Tide y Ariel, acelerar el progreso hacia sus ambiciosos objetivos: reducir la cantidad CO2 en el hogar en 30 millones de toneladas métricas para 2030.
Mitigar los impactos del cambio climático puede ser un largo camino pero, se están logrando grandes avances. Las marcas deben continuar fabricando productos seguros, de buen rendimiento y más sostenibles que se puedan emplear de forma responsable con el medio ambiente.