¿Alguna vez imaginaste que en la luz que transmite un foco alimentado con energía sostenible se encuentra una de las soluciones para abordar la desigualdad de género?
Para algunos gobiernos, empresas, organizaciones, entre otros grupos de interés, esta idea se está volviendo una de las respuestas para impulsar no solo el uso de energías renovables sino también la equidad.
Además, ambos desafíos se integran dentro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), ODS 5: Igualdad de género y ODS 7: energía asequible y no contaminante.
Así que… en un futuro no muy lejano, cada vez que alguien encienda una luz proveniente de fuentes renovables, no solo estará ayudando a fomentar el cumplimiento de dos de los ODS más importantes, también fortalecerá el papel que juegan las mujeres en la transición de una economía verde.
El papel de las mujeres en el futuro
Los países tienen el desafío de comenzar a invertir en infraestructura que les permita comenzar a suministrar energía renovable e integrarla a la red eléctrica. Con ello podrán aumentar la eficiencia energética, mejor sus sistemas y reforzar los mercados de electricidad y energía.
Aunque las transiciones energéticas diferirán según las prioridades de desarrollo de los países, la proporción de la población con acceso a las redes eléctricas, la combinación energética actual y la demanda proyectada.
Y para lograr todo esto, será esencial aumentar y tener un mayor porcentaje de mujeres en puestos de liderazgo porque esto permitirá aumentar la innovación y la rentabilidad, así como disminuir el riesgo y mejorar las prácticas de sostenibilidad.
Desafortunadamente, los datos arrojan que las mujeres representan aproximadamente un tercio de la fuerza laboral mundial de energía sostenible. Y su participación generalmente es menor en las llamadas profesiones STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas) y en puestos ejecutivos.
Pero esto no es todo…
Como era de esperar, la conciencia de la dinámica de género en el lugar de trabajo también tiende a ser baja. Además, las políticas que podrían ayudar a corregir el desequilibrio actual en el sector, son escasos.
Estas barreras son, ante todo, una falta hacia los derechos humanos. Por lo tanto, los gobiernos tienen el deber de eliminar la discriminación contra las mujeres y establecer marcos para ayudar a empoderarlas y permitir su avance.
Una área de oportunidad para la sostenibilidad
Los gobiernos tienen una área de oportunidad porque al impulsar la equidad, también fomentan una mayor participación de las mujeres en diversas áreas que al final ayudarán a solucionar diversos desafíos que se integran dentro de los ODS como el número 5 para Igualdad de género y el número 7 para energía asequible y no contaminante.
La participación equitativa de las mujeres en la fuerza laboral es demostrablemente buena para los negocios, la economía, el desarrollo social y el medio ambiente.
Estos hallazgos no son nuevos. En el Informe World Development Report del Banco Mundial, enfatizó que la igualdad de género no solo es un objetivo de desarrollo central, sino que también mejora la productividad de una economía y las perspectivas de las generaciones futuras.
Incluso una encuesta global realizada por la consultora McKinsey & Company concluyó que las mujeres líderes representan una ventaja competitiva en y después de la crisis.
Tener un mayor porcentaje de mujeres en puestos de toma de decisiones aumenta la innovación y la rentabilidad, disminuye el riesgo y mejora las prácticas de sostenibilidad y jugarán un papel muy importante para impulsar el uso de energía renovable y la economía verde.
Más equidad para un futuro verde
Las transiciones de energía verde brindan oportunidades para abordar la discriminación sistémica de género y permiten a las sociedades cosechar los beneficios de una fuerza laboral más diversa.
Esto se debe en parte a que la energía sostenible es un campo nuevo y de rápido crecimiento, y los expertos esperan que el número de colaboradores en todo el mundo en el sector aumente de energía aumente.
Por otro lado, el alcance de las transiciones para el uso y suministro de energía verde expandirá el número de vacantes para cubrir en áreas como ingeniería civil, ciencias ambientales, mercadeo, enseñanza y acción comunitaria.
La buena noticia es que los gobiernos, las empresas y las universidades de todo el mundo están implementando una amplia variedad de iniciativas como estrategias para que la transición verde sea más diversa e inclusiva.
Como en el caso de la constitución de Ruanda de 2003 en donde se estableció una cuota femenina mínima obligatoria del 30% para todos los órganos de toma de decisiones, incluidos los relacionados con el desarrollo sostenible y la energía.
En el caso de la firma turca, Polat Energy, recientemente solicitó un préstamo de género para la construcción del parque eólico más grande de Turquía. Y dentro de los términos del préstamo, se comprometió a tener un mayor progreso hacia la igualdad de género en relación con una línea de base inicial.
Del mismo modo, la empresa Siemens Gamesa decidió promover acuerdos de trabajo flexibles y un análisis transparente de la brecha salarial.
Esta decisión llevará a Reino Unido a certificar que las mujeres que pertenecen a la fuerza laboral ganarán el 95% de lo que hacen sus colegas masculinos.
Las instituciones académicas y las ONG también están haciendo su parte. La universidad australiana UNSW Sydney reportó un aumento del 78% en las inscripciones de ingeniería de primer año femeninas desde que lanzó su Programa de Mujeres en Ingeniería en 2014.
Por otra parte, la Red Global de Mujeres para la Transición Energética, una ONG internacional que ofrece programas de redes, tutorías y capacitación para mujeres que trabajan en el sector energético, publicó un estudio sobre cómo hacer que la energía sostenible sea más diversa en cuanto al género.
En el caso de las transiciones energéticas será esencial contar con una mayor participación de mujeres para limitar el calentamiento global y construir un futuro más sostenible. Ya que a medida que los países se embarquen en reconstruir su modelo de negocio para que pueda adaptarse a la nueva normalidad, las estrategias de transición energética deberán ser un elemento clave y será mucho más probable que tengan éxito si las mujeres juegan un papel central.
