A medida que crece la conciencia global sobre la necesidad de conservar nuestro planeta, personas, empresas, organizaciones y el gobierno, se han esforzado por formar un frente unido a favor de un mundo sin residuos.
El deterioro actual de nuestro planeta exige asumir el reto de mejorar los modelos de producción y consumo. Los consumidores y las empresas cada vez son más conscientes del planeta y de las necesidades de ser parte de la solución, por lo que han evolucionado hábitos y procesos.
Bajo este contexto resulta prioritario que todos pongamos manos a la obra para mejorar el impacto ambiental de los procesos de producción, consumo, disposición final, acopio y reciclaje de los empaques, para hacer más sostenibles, e integrarlos a cadenas de economía circular.
Entendiendo la importancia de comprometerse con la conservación del medio ambiente, las empresas que buscan crear modelos de licencia social, regresando valor a las comunidades y al medio ambiente, además de implementar modelos sostenibles como la economía circular, para promover la cultura de reducir, reutilizar y reciclar; que, aunque parece trillado, hoy está más vigente que nunca.
Los Objetivos de Desarrollo Sostenible contemplan la adopción de nuevos modelos de producción y consumo favorables para el medio ambiente. Empresas y ciudadanos de todo el mundo pueden contribuir a su cumplimiento impulsando iniciativas en estos rubros.
Más que una intención, es tomar acción
Prueba de lo anterior son los pasos que ha dado la Industria Mexicana de Coca-Cola (IMCC), consolidándose como el principal reciclador de PET grado alimenticio en el país, gracias su capacidad para procesar más de 85 mil toneladas de este material al año, a través de sus dos plantas de reciclaje: PetStar, la más grande del mundo e IMER, la primera en Latinoamérica.
Esta compañía ha mantenido su camino en la dirección correcta y continúan sumando esfuerzos para alcanzar la meta ‘Mundo sin Residuos’, en la cual se plantean lograr a nivel global, reciclar y recuperar el equivalente al 100% de sus envases para 2030, además de que para ese mismo año todos sus envases incluirán por lo menos el 50% de material reciclado.
La IMCC sabe bien que ninguna meta se alcanza solamente con buenas intenciones.
Es por ello que la empresa se plantea acciones en dos ejes con lo cual espera alcanzar resultados:
- Invertir en el planeta: la compañía ha destinado recursos y esfuerzos para aumentar la recolección de PET en el país; así como impulsar acciones de concientización para contribuir a que las personas comprendan qué, cómo y dónde reciclar. Además, continuará trabajando con las comunidades locales, socios, clientes y consumidores para ayudar a resolver distintas problemáticas relacionadas con empaques.
- Invertir en envases. La compañía continúa innovando por medio de la investigación y desarrollo de nuevos empaques que contemplen conceptos como ecodiseño, prevención en la generación de residuos y contenido mínimo de materiales reciclados, desarrollo de resinas a base de plantas y la reducción de la cantidad de plástico que hay en cada envase, por mencionar solo algunos de los más importantes. El objetivo es establecer un nuevo estándar global para los empaques de bebidas.
Además, la meta busca potenciar alianzas existentes que contribuyan al medio ambiente. Tal es el caso del vínculo que ha formado con ECOCE —asociación ambiental sin fines de lucro —, buscando fortalecer sus esfuerzos para el acopio y reciclaje de envases y así otorgarles más de una vida útil.
Los movimientos se construyen con personas
Ni siquiera una gran empresa como la IMCC puede solucionar sola todos los problemas ambientales que aquejan a nuestro planeta. Los grandes movimientos e iniciativas se conforman por personas, empresas y gobiernos, compartiendo una misión y un fin común.
Es por ello que, como parte de su compromiso por lograr un ‘Mundo sin Residuos’, durante los meses de junio a agosto, la empresa impulsó y creó el movimiento ambiental Verano Sprite.
Más de 3,000 jóvenes respondieron al llamado de la marca para limpiar un total de diez cuerpos de agua distribuidos en todo México y recuperar espacios verdes y urbanos de alto valor.
Los espacios beneficiados fueron:
- Playas en Tijuana
- Vado Lagunitas en Cabo San Lucas
- Rio Santa Catarina en Monterrey
- Playa Santa Ana en Veracruz
- Playa Celestún en Yucatán
- Seybaplaya en Campeche
- Playa Agua Blanca en Oaxaca
- Playa Papagayo en Guerrero
- Ixtlahuaca en el Estado de México
- Barranca Tarango en la Ciudad de México
En total, se recolectaron más de 24 toneladas de residuos, como residuos orgánicos, botellas, plásticos, vidrio, llantas, colillas de cigarros, entre otros.
Los residuos reciclables iniciarán su proceso para tener más de una vida útil, mientras que los desechos no reciclables y orgánicos serán entregados a los gobiernos locales para su adecuada disposición y tratamiento final. Todos estos residuos fueron valorizados, catalogados y procesados gracias a la colaboración de la Asociación Ambiental, Ecología y Compromiso Empresarial (ECOCE).
El proceso de recuperar e incorporar nuevamente los envases a la cadena de producción, también está poniendo sobre la mesa el valor de integrar la economía circular: un modelo de negocio beneficioso para las empresas y la sociedad.
Durante toda la campaña, Sprite también reinventó su envase para lanzar su botella azul hecha 100% de botellas recuperadas. Con esta innovación se convirtió en la primera marca de refrescos en México con estas características.
“Tenemos un compromiso muy ambicioso a nivel global, por lo que continuaremos impulsando una cultura de reciclaje y cuidado del medio ambiente, por medio de la suma de esfuerzos con los ciudadanos, otras empresas y el gobierno. Hoy necesitamos el apoyo de todos”. – Jesús Lucatero.
Jesús Lucatero, Subdirector de Asuntos Públicos y Sustentabilidad para Coca-Cola México, menciona que, en el país, 6 de cada 10 envases están siendo recuperados y reciclados, pero los esfuerzos no se detendrán ya que la meta es recuperar el 100%.
Una meta compleja
Alcanzar la meta de un ‘Mundo sin Residuos’ es una tarea más compleja de lo que parece. No obstante, la IMCC se ha mostrado optimista de poder alcanzarla gracias a sus constantes innovaciones dentro de sus procesos, envases y soluciones en su portafolio de productos.
Actualmente, la compañía cuenta con más de mil socios acopiadores de PET. Esto le permite gestionar el material desde cada rincón del país hacia uno de sus 8 centros de acopio.
El camino aún es largo, pero con el firme compromiso de la IMCC y la suma de esfuerzos de todos: gobierno, sociedad y empresas, se puede alcanzar la meta de construir Un Mundo sin Residuos.
Excelente artículo para reflexionar sobre la transición de la economía lineal a la economía circular. Breve y aspiracional.