Las construcciones permiten que los seres humanos tengamos la opción de habitar espacios artificiales que brindan una protección que naturalmente no podríamos tener. Sin embargo, esta industria se caracteriza por ser una de las más contaminantes, por lo que entender cómo lograr una infraestructura sostenible es de relevancia para mitigar problemas como el cambio climático.
La Organización de las Naciones Unidas contempla dentro de sus Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), la edificación responsable, ya que, como lo explica en el ODS 11, las ciudades —en donde se encuentran la mayor parte de edificios— “representan alrededor del 70% de las emisiones de carbono mundiales”.
Debido a esto, en nuestro país se necesita una urbanización con conciencia, que implemente la innovación al cuidado del entorno. Atendiendo a esta demanda, Gigante Grupo Inmobiliario —desarrolladora especializada de Grupo Gigante— ha conseguido llevar la responsabilidad social a cada rincón de uno de sus proyectos más emblemáticos: Miyana.
Edificaciones con valor
De acuerdo con el Fondo Nacional de Infraestructura (FONADIN), la construcción sostenible es aquella que contempla “criterios ambientales, sociales y de gobernanza, entre otros, que se encuentran alineados a objetivos internacionales que observan el mismo enfoque, de tal manera que se reduzcan los riesgos de los proyectos de infraestructura”. Al tomar en cuenta estos aspectos, dicha actividad disminuirá la repercusión que tiene en el planeta y la sociedad.
Las infraestructuras sostenibles benefician en muchos aspectos, ya que reducen la huella de carbono de las regiones más habitadas, limitan la contaminación, emplean energías renovables, impulsan el crecimiento económico verde y disminuyen de cierta forma las desigualdades de acceso y distribución poblacional.
Cabe señalar que dichas construcciones están diseñadas para brindar un hábitat inteligente, amigable con las personas y capaz de adaptarse al entorno sin modificarlo drásticamente, además poseen las siguientes características:
- Optimizan la energía y el agua tanto en su construcción como en su vida útil.
- Emplean insumos eco-eficientes.
- No producen residuos y contaminación al estar terminadas.
- No alteran el ambiente, ni el paisaje en los que se instalan.
- Son adaptables a necesidades actuales y futuras.
¿Cómo lograr una infraestructura sostenible?
Saber cómo lograr una infraestructura sostenible es de suma importancia para contribuir a mejorar la calidad de vida de las personas y el planeta, por lo que se requiere conocer a fondo qué implica una construcción de esta clase. Lo primero es que la sostenibilidad no solo contempla los valores ecológicos y sociales, sino también la viabilidad económica del proyecto.
Una forma de medir qué tan sostenible resulta un edificio es por medio de las certificaciones por parte de instancias evaluadoras que califican aspectos antes mencionados en las construcciones, una de las más conocidas es LEED, que consiste en una acumulación de puntajes en distintos aspectos.
LEED es un parámetro internacional desarrollado por el US Green Building Council, se encarga de “mejorar en la implantación de estrategias o actuaciones para reducir el impacto medioambiental de construcciones de cualquier tipo”. Además de demandar el cumplimiento estricto de procedimientos sostenibles.
Miyana, ejemplo mexicano en el corazón de la CDMX
Ubicado en Polanco, el desarrollo Miyana demuestra el compromiso de Gigante Grupo Inmobiliario por hacer de la innovación una parte indispensable de responsabilidad social, la cual se encuentra implícita en todo el complejo. Al igual que edificios como el One Bryant Park o Shanghai Tower, Miyana se diseñó para cumplir con los estándares de la LEED.
“De la mano de Legorreta, el prestigioso despacho de arquitectura moderna, construimos Miyana bajo las estrictas normas de la certificación internacional LEED”.
Gigante Grupo Inmobiliario.
El complejo se planeó para construirse en tres etapas, ya que posee varios usos: viviendas, oficinas y centro comercial. Las dos primeras fases del proyecto fueron reconocidas en 2017 como la Obra del Año en la categoría de Usos Mixtos. Debido a su alta optimización ecológica —que incluye una planta tratadora de aguas residuales, que ahorra 4 millones de litros al año; 1,600 paneles solares, materiales y mobiliario amigables con el medio ambiente—, Miyana cuenta con con la Certificación LEED CS (Core&Shell) otorgada por la US Green Building Council.
Además, ha sido distinguida con el 2do Lugar del Premio ADI (Asociación de Desarrolladores Inmobiliarios) por cubrir los parámetros de integración de concepto, planeación del negocio, éxito económico, concepto arquitectónico, aportación a la ciudad y repercusión en el entorno.
Gracias a una planeación impecable y la apuesta de GGI por hacer iniciativas integrales, Miyana se ha consolidado como un referente de modernidad, siendo este un ejemplo de infraestructura sostenible en nuestro país.
