Desde su fundación, Ashoka ha apoyado el emprendimiento social de personas creativas e innovadoras que desean solucionar los problemas sociales de la actualidad por medio de la implementación de una idea, brindándoles recursos económicos, soporte profesional y acceso a una red global. Ashoka apoya principalmente a Organizaciones de la Sociedad Civil (OSC), y en el caso de negocios sociales, generalmente el apoyo se da por medio de una red de contactos.
Pero, ¿qué es una OSC y un negocio social? El área de Desarrollo Político de la Secretaría de Gobernación, define a la primera como una asociación de ciudadanos que, haciendo uso de recursos simbólicos y materiales, capacidades organizacionales y afinidades emotivas y morales, actúan colectivamente a favor de alguna causa y persiguen interés material o simbólico situándose por fuera del sistema político, y sin seguir la lógica del mercado. En otras palabras, una OSC es una asociación conformada por personas que tienen ganas de emprender soluciones y acciones de bienestar y desarrollo a problemas reales, sin fines de lucro y enfocadas a la responsabilidad social. Mientras tanto, un negocio social, desde la visión de Antonella Noya, Administradora del Programa para el Desarrollo Local y Empleo de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), es una asociación que se organiza con un espíritu empresarial para alcanzar objetivos sociales y económicos que asume distintas formas legales de acuerdo al país. La característica distintiva es su capacidad para diseñar soluciones innovadoras y dinámicas a los problemas de desempleo y la exclusión social, contribuyendo al tipo de desarrollo económico que refuerza la cohesión social, que es una de las facetas del desarrollo sostenido. Un negocio social es una propuesta alternativa que se impulsa para enfrentar las dificultades sociales actuales en beneficio de la sociedad.
Ahora bien, tanto las OSC como los negocios sociales tienen en común el enfoque social para mejorar la calidad de vida de las personas y sus comunidades, la diferencia radica en que la OSC no es un negocio, mientras que la empresa social genera sus propios recursos a partir de la venta de servicio y/o productos. Se requiere de un trabajo de cooperación, tanto de los recursos de las OSC, como de las ideas de los líderes emprendedores para que ese paso de la OSC al negocio social sea eficaz y eficiente.
Cuatro puntos para pasar de una OSC a un negocio social
1) Ser un emprendedor social con una idea creativa e innovadora y con un enfoque de alto impacto sistémico que busque resolver algún problema social.
2) Desarrollar la idea mediante un plan de negocios, que contemple desde lo factible hasta lo económico, pensando en las oportunidades actuales del entorno.
3) Formar vínculos y alianzas con los diferentes sectores, tanto públicos como privados, que puedan procurar opciones de financiamiento.
4) Cumplir con la normatividad, trámites requeridos por la Ley.
Ashoka cree que Todos podemos ser agentes de cambio, por lo que cuenta con distintas iniciativa que apoyan el emprendimiento social. Para más información sobre estas iniciativas visita http://mexico.ashoka.org/programas.
Colaboración
Por Paulina Castaño