Debido a la crisis socioambiental, muchas corporaciones han implementado diversas estrategias para convertirse en empresas socialmente responsables, lo que implica ser conscientes de su impacto social, ambiental y económico. Esto puede beneficiarles al aumentar su competitividad y valor añadido.
Por ello, las organizaciones adoptan prácticas sostenibles, entre las que destaca la publicidad utilizada para sus negocios. Sin embargo, según una nota de Yahoo News, recientemente Canadá aprobó una nueva disposición llamada, ley de greenwashing canadiense, que pretende sancionar el marketing engañoso.
Esta normativa busca poner fin a las empresas que utilizan publicidad clasificada como greenwashing, es decir, la comercialización que exagera los beneficios ambientales de un negocio para mitigar los efectos ecológicos del planeta.
Impacto de la ley de greenwashing canadiense en las marcas
Recientemente se publicaron datos sobre el lavado de imagen verde, revelando que el 72% de las compañías estadounidenses y el 58% de las marcas globales han implementado prácticas ecológicas para incrementar sus ganancias. Sin embargo, Canadá ha modificado la ley de competencia para afrontar el greenwashing, aplicando la ley de greenwashing canadiense.
Algunos puntos importantes de la Regulación a la ley de competencia de Canadá son:
- Las nuevas regulaciones enfatizan los reclamos ambientales realizados por las empresas.
- Sanciones significativas por incumplimiento, incluidos litigios privados a partir de junio de 2025.
- Las corporaciones deben revisar y fundamentar inmediatamente todas las reclamaciones medioambientales.
La ley de greenwashing canadiense se centra en las políticas de las marcas que no han beneficiado por completo al medio ambiente. Canadá está regulando la normativa para que las corporaciones enfrenten nuevos desafíos y garanticen el cumplimiento de no engañar con estrategias ambientales. Algunas disposiciones de la regulación para el greenwashing incluyen:
- Reclamaciones de beneficios del producto: Cualquier afirmación medioambiental sobre un producto debe estar respaldada por pruebas.
- Reclamaciones de actividad empresarial: Las declaraciones sobre el impacto ambiental de una empresa deben fundamentarse según metodologías reconocidas internacionalmente.
- Sanciones monetarias: Administrativas de hasta 10 millones de dólares canadienses, 15 millones CAD en caso de reincidencia o el 3% de los ingresos brutos mundiales.
Con estos ajustes, se podrán obtener resultados beneficiosos, ya que las empresas deberán modificar sus estrategias internas y externas para poner fin a las prácticas comerciales falsas y a las afirmaciones ambientales no verificadas.
Sugerencias para aplicar la ley de greenwashing canadiense
Canadá estará supervisando el cumplimiento de las disposiciones de la ley de greenwashing, de igual forma, los grupos ambientalistas tendrán su participación, exhibiendo y encontrando aseveraciones engañosas por parte de las marcas respecto a las políticas que supuestamente ayudan al impacto ecológico.
Por lo tanto, las compañías deben establecer criterios claros para sustentar y comprobar las prácticas ambientales que afirman desempeñar. Aquí algunas sugerencias para las marcas:
- Ser completamente claras al poner etiquetas ambientales en sus productos, con referencias específicas ecológicas como durabilidad y reciclabilidad.
- Revisar y sustentar todas las reclamaciones ambientales con premura.
- Seguir las prácticas recomendadas por organismos internacionales acreditados.
- Implementar programas de cumplimiento estrictos para evitar acciones que no vayan acorde con las disposiciones implementadas.
Con estas disposiciones, las marcas enfrentarán desafíos administrativos, ya que las complejidades de esta normativa a nivel empresarial pueden resultar riesgosas. Las compañías deberán ser transparentes para evitar resultados desfavorables.
Es importante mencionar que la ley de greenwashing canadiense no solo se aplicará a las marcas canadienses, sino también a las que residen en otros países y realizan negocios con Canadá. Asimismo, se está analizando que esta ley de competencia pueda influenciar en otras partes del mundo donde aún no se penaliza el greenwashing.
En definitiva, con los ajustes a la ley de competencia, se pretende obtener resultados favorables, regulando minuciosamente las estrategias que las corporaciones canadienses emplean para incrementar sus ganancias y vender productos que realmente beneficien al medio ambiente. Finalizar con el greenwashing es la prioridad de la ley de greenwashing canadiense.