La apuesta de China por la economía compartida ahora está en un complejo deportivo de Pekín en donde se encuentra, Wang Hui.
Wang es el director ejecutivo de One Tiyu, que se traduce como One Sports, y tiene planes de lanzar 20 millones de balones de futbol y baloncesto por toda China.
«La economía compartida está en auge en este momento», cuenta a BBC.
«Pero no estamos tratando de adueñarnos del término, solo queremos ofrecer la mejor experiencia para nuestros clientes», dice.
En China se ha optado por compartir la tecnología de pago y se basa en teléfonos móviles. Eso ha llevado al espectacular despegue de la llamada economía colaborativa.
De acuerdo con BBC, se trata de auténticos sistemas para compartir de punto a punto, como hacer coincidir a conductores con capacidad no utilizada en sus vehículos con pasajeros que van en la misma dirección.
Otros son más bien esquemas de alquiler de alta tecnología, en los que productos como bicicletas, paseos en taxi o pelotas se combinan con clientes, y millones de pequeños pagos se suman hasta resultar en grandes cantidades de ingresos.
La economía compartida es un negocio bueno que cuenta con crecimiento rápido y en países como China que se atrae a miles de millones de dólares de financiación de capital de riesgo.
Pero todos los nuevos modelos de negocio traen consigo nuevos desafíos y éste no es diferente.
Hace unos meses, se implementó un programa para compartir paraguas, pero este presentó dificultades, pues 300 mil de ellos desaparecieron.
También se ha implementado un esquema de compartir el sueño, en el cual la gente podía alquilar tiempo en cápsulas para dormir siestas diurnas, no obedecía las regulaciones hoteleras de China y fue cerrado, al menos por ahora.
También se comenzaron a compartir bicicletas, lo cual fue un exitoso logro en términos de número de usuarios. Lamentablemente ha enfrentado algunos de los mismos problemas, desde el robo al vandalismo hasta una acogida poco cálida de las autoridades.
La imagen de varios miles de bicicletas confiscadas en un gran campo por estar ilegalmente estacionadas en la ciudad de Hefei es un recordatorio visual de que el éxito de estos esquemas depende de mucho más que la mera inscripción de suficientes clientes.
En algunas ciudades chinas, la explosión del uso compartido de bicicletas ha sido responsable de la duplicación del número de ciclistas en el espacio de un año o poco más.
Ciclismo
Karl Fyellstrom, consultor de transporte urbano con Far East BRT en la ciudad de Guangzhou, sostiene que los nuevos negocios han hecho más por el ciclismo, casi de la noche a la mañana, que décadas de campañas.
«He estado promoviendo el ciclismo durante diez años, no sólo en China sino en todo el mundo, y es difícil», me dice.
«Pero la llegada de esta forma de compartirlas ha sido toda un revolución. Me parece que es una oportunidad realmente histórica».