La mayoría de las grandes empresas (y muchas PyME también) ya cuentan con programas como el uso de materiales de papelería reciclados, la reducción de desechos y el uso responsable de los recursos, todos enfocados en reducir su impacto ambiental. El tema que con frecuencia se ignora es el de los viajes de trabajo, que son una gran fuente de emisiones de carbono.
De acuerdo con datos del Banco Mundial , el mexicano promedio emite 3.9 toneladas de dióxido de carbono al año (en Estados Unidos, los ciudadanos emiten 17 toneladas), y según The New York Times un vuelo redondo de Nueva York a Europa genera entre 2 y 3 toneladas de CO2 por persona.
Por lo tanto, si un mexicano hace uno o dos viajes largos en avión al año estará superando la media nacional en emisiones.
Aquí cuatro acciones que puede implementar una compañía que esté interesada en el tema, propuestos por la blogger Kyla Matthews:
1. Rentar los autos correctos: no hay forma de evitar que ciertos negocios requieran hacer un viaje, pero sí se pueden elegir las opciones más verdes. Por ejemplo, la empresa puede fomentar la elección de autos híbridos o eléctricos y cuando sea un equipo el que tenga que viajar a un mismo lugar solo debe ser necesario rentar un auto.
2. Considerar alternativas al viaje aéreo: es cierto que transportarse en avión es mucho más rápido y que por eso suele ser la opción elegida para los viajes de negocios. Sin embargo, los aviones también generan una gran cantidad de impactos negativos. Los autobuses y trenes son opciones más verdes que pueden usarse cuando las distancias lo permitan.
3. Iniciar un programa de incentivos: es más probable que los colaboradores se interesen en reducir las emisiones generadas por sus viajes si pueden obtener algo a cambio. Una buena forma de comenzar es crear un programa de incentivos para los viajes diarios y que recompense a quienes usan transporte público, bicicletas o comparten autos en lugar de hacer viajes separados.
4. Hacer de las teleconferencias una prioridad: sí existen ocasiones en las que es posible evitar los viajes de trabajo, eliminando por completo las emisiones. Para aprovecharlas, la empresa debe crear un programa de trabajo a distancia e invertir en tecnología de teleconferencias o conferencias en línea, de forma que varios empleados puedan trabajar juntos sin necesidad de estar en el mismo lugar.