La infancia, por su naturaleza, debería ser una etapa de inocencia, aprendizaje y felicidad. Sin embargo, para muchos niños y niñas, esta etapa se ve amenazada por situaciones que dejan cicatrices físicas y emocionales duraderas. Por esta razón, es importante reconocer que la violencia contra la infancia genera un entorno hostil que impacta directamente en el desarrollo saludable de los más pequeños.
Asimismo, las medidas de protección son cruciales para garantizar que cada niño y niña pueda crecer en un entorno seguro y propicio para su pleno desarrollo. En este contexto, la intervención de Organizaciones No Gubernamentales (ONG) desempeña un papel fundamental al ofrecer apoyo y esperanza a aquellos niños y niñas que enfrentan situaciones de vulnerabilidad extrema.
¿Qué es la violencia contra la infancia?
La violencia contra la infancia abarca todas las formas de maltrato dirigido a menores de 18 años, perpetuado por sus padres, cuidadores, compañeros, parejas u otras personas. Este fenómeno, de alcance global, incluye abusos físicos, sexuales, emocionales, el abandono y la explotación.
Se estima que, en el 2022, hasta mil millones de niños de 2 a 17 años han sido víctimas de tales abusos. Las consecuencias de esta violencia se extienden a lo largo de toda la vida, afectando la salud física y mental de los niños, así como el bienestar de sus familias, comunidades y, en última instancia, de las naciones.
Por ello, la prevención y respuesta a la violencia contra la infancia son fundamentales para mitigar estas consecuencias, a través de la adopción de medidas a nivel individual, relacional, comunitario y social para abordar los factores de riesgo y garantizar la protección de los niños. Pero ¿cómo podemos contribuir? Corporativo Kosmos a través de su Fundación Pablo Landsmanas (FPL), nuevamente, ha dado un ejemplo conmovedor.
Días felices hoy para una vida plena mañana: El apoyo de la FPL
En el Día de Reyes, la Fundación Pablo Landsmanas, —brazo social de Corporativo Kosmos, la empresa de servicios de alimentación más grande de México, de nueva cuenta unió esfuerzos con la fundación Tukonmigo para iluminar los corazones de los niños y niñas, esta vez en el Centro de Estancia Transitorio de Niños y Niñas de la Procuraduría de la CDMX.
Así, el pasado 5 de enero de 2024, a partir de las 6 de la tarde, se comenzaron a tejer momentos de felicidad para estos niños y niñas, brindándoles la oportunidad de experimentar un día diferente, lleno de cariño y alegría. Esto, en parte, gracias a la entrega de box lunch a cargo de la FPL, que marcó el inicio de un festejo lleno de afecto.
Participar en la apertura de piñatas, compartir meriendas y disfrutar de actividades recreativas fueron sólo algunos de los momentos que dibujaron sonrisas en los rostros de estos niños y niñas. La importancia de proporcionarles experiencias positivas y constructivas es clave para contrarrestar los efectos violencia contra la infancia.
¿Cómo apoyar y acabar con la violencia contra la infancia?
La necesidad de apoyar a la infancia en situaciones de vulnerabilidad no sólo es un acto de compasión, sino una responsabilidad colectiva que trasciende fronteras y sectores, por ello, que la Fundación Pablo Landsmanas, reconocida por su compromiso social, demuestra a través de sus acciones concretas por qué este apoyo es crucial y cómo puede marcar la diferencia en el futuro de estos niños y niñas.
Esto sobre todo es importante, para instituciones como el Centro de Estancia Transitorio de Niños y Niñas de la Procuraduría de la CDMX, que atiende a menores de cero a 12 años que han sido víctimas de delitos como violencia familiar, abuso sexual, violación, abandono de persona, entre otros. Puesto que se encuentran en situaciones que amenazan sus derechos fundamentales y, por lo tanto, requieren un apoyo integral.
Por ello, erradicar la violencia contra la infancia significa proporcionarles las herramientas necesarias para superar los desafíos que enfrentan, lo cual no sólo implica satisfacer sus necesidades básicas, como alimentación y refugio, sino también brindarles apoyo psicológico, acceso a la educación y oportunidades para el desarrollo personal. Al intervenir de manera temprana y efectiva, podemos romper el ciclo de la violencia y empoderar a estos niños y niñas para que construyan vidas significativas y contribuyan positivamente a la sociedad.
Cuidar a la infancia es cuidar a toda la sociedad
La protección y el apoyo a la infancia en situaciones de vulnerabilidad no sólo representan una obligación ética sino también una inversión estratégica en la construcción de sociedades resilientes y equitativas, en ese sentido, Corporativo Kosmos, a través de su brazo social y acciones concretas, demuestra cómo la responsabilidad social empresarial (RSE) puede ser un catalizador para el cambio positivo en la sociedad.
La violencia contra la infancia tiene consecuencias que trascienden la esfera individual, afectando a toda la sociedad. Puesto que los costos sociales y económicos de la violencia son significativos y duraderos.
Por lo anterior, eventos como esta celebración de Día de Reyes y la participación en actividades recreativas no sólo son actos caritativos, sino estrategias que buscan construir un tejido social más fuerte y resistente. Así, la promoción de valores como la empatía y el respeto desde una edad temprana no sólo beneficia a los niños y niñas directamente afectados, sino que contribuye a la formación de ciudadanos conscientes y éticos.