Mejorar el entorno que nos rodea, tanto a nivel medio ambiente como en aspectos sociales, es parte de la responsabilidad corporativa, pero a decir verdad, pocas organizaciones ponen atención en este aspecto.
Algunas compañías suelen también, adoptar los camellones o parques cercanos a sus instalaciones y procurarlos durante todo el año; también pueden ceder horas de voluntariado para que sus propios colaboradores pinten muros o coadyuven en la limpieza de áreas aledañas a las oficinas; sin embargo, hay que admitirlo, no son el grueso de las organizaciones. Muchas de ellas solo donan recursos monetarios y esperan que sean otros quienes ejecuten las mejoras.
La mejora de las comunidades no solo es un asunto que beneficia a las compañías, sino que su impacto alcanza a todos aquellos que viven o circulan por ellas. Este entendimiento es claro para el diseñador Lewis Miller, quien considera que una flor tiene el poder de embellecer hasta el sitio más gris.
Si te preguntas… ¿quién es Lewis Miller? Es un diseñador reconocido por crear arte a partir de las flores y por llenar de color esos espacios de la ciudad de Nueva York que se creían perdidos.
En esta ocasión el diseñador y sus compañeros decidieron crear un proyecto aún más ambicioso y solidario que va más allá de una simple fiesta o evento prestigioso.
¡Arreglos para todos!
Todo comenzó justo a las 5:45 de la mañana cuando Miller y su equipo decidieron intervenir con más de mil flores que van desde rosas, dalias y orquídeas, las calles más reconocidas de la ciudad de Nueva York.
El proyecto Flower Flashes tiene como objetivo decorar con flores los botes de basura, banquetas y monumentos para hacer sonreír a las personas y mejorar su día.
Hemos dejado una gran sonrisa y una buena impresión en nuestros clientes y sus invitados. Un sentimiento que queríamos compartir y dejar en los habitantes de esta ciudad, agregó Lewis.
De acuerdo con Lewis, regalar flores a los ciudadanos es una idea que ya tenía desde hace tiempo y que apenas se atrevió a realizarla. A pesar de que él y su equipo han participado en diferentes eventos, la belleza de sus arreglos solo se queda para los invitados de sus clientes, por lo que decidieron llevar esta belleza a toda la ciudad.
Miller también compartió que el solo esperaba miles de sonrisas a cambio por este acto que pudo haber cambiado para el bien el día de una persona.
Esperaba sonrisas, las que suceden cuando usted es testigo de un acto de bondad al azar. Ese fue mi objetivo, mi visión, crear una respuesta emocional a través de las flores .
Alicia y su país de las Maravillas en Nueva York
Cada espacio tiene un ambiente distinto y de acuerdo con Lewis, en estos lugares se plasmó un poco de la belleza del jardín de Alicia y su país de las Maravillas. En los botes de basura se colocaron ramos de diversos tamaños, los más grandes se componían de rosas o margaritas.
Para el John Lennon Memorial en el Central Park, los compañeros de Lewis llenaron una camioneta con más de 2000 flores que colocaron en forma de mándala alrededor de este monumento, resaltando la palabra “Imagine”.
Todo el grupo de LMD, compartieron la idea de que si John, Yoko y todos los jóvenes hippies de los 70s estuvieran presentes, hubieran aplaudido la belleza y el color que están flores daban al monumento.
En un inicio Miller pensó que nadie notaria esta intervención y que sus flores morirían. No obstante, minutos antes de terminar, estaban rodeados de miles de personas llenas de sonrisas.
Ese fue uno de mis objetivos, crear una respuesta emocional a través de las flores. Y en esta era de los medios sociales, vimos los frutos de nuestro trabajo y premiaron al instante a través de Instagram.
Las personas comenzaron a documentar como la iniciativa de Flower Flashes empezaba a invadir las calles de Nueva York:
Mantenga los ojos bien abiertos Nueva York, estas flores son para ti.
Las flores que fueron utilizadas para decorar Nueva York, fueron rescatadas de un evento anterior y al hacerlo no solo les dieron una oportunidad más, también redujeron el impacto ambiental que estas flores podían tener en el vertedero.
Milles busca que esta iniciativa no solo se quede en las ciudades de Estados Unidos, también recorra el mundo y lo llene de sonrisas y belleza. ¿No crees que nuestras empresas o nosotros como individuos, también podríamos adoptar esta responsabilidad?