En noviembre de este año, los líderes mundiales se reunirán en la ciudad de Sharm el-Sheikh, Egipto, para mantener viva la meta de evitar que el calentamiento global rebase los 1.5 °C, si bien un nuevo análisis realizado por la consultora de gestión global y sin fines de lucro, CDP Oliver Wyman, sugiere que las empresas del G7 están actualmente muy lejos de lograr ese objetivo, de acuerdo con Business Green.
El estudio explica que los propósitos climáticos corporativos de las economías más grandes del mundo, mejor conocidas como el G7, necesitan un cambio radical para lograr el Acuerdo de París, el tratado ambiental más importante. Y es que en conjunto, con los compromisos que se han establecido las compañías del G7, el incremento de la temperatura quedaría en 2.7 °C.
Pronósticos climáticos basados en la cadena de suministro
Es cierto que existe una amplitud de escenarios sobre la estimación de la temperatura, planteados por pronósticos sustentados en modelos extremadamente complejos de factores climáticos, políticos y económicos nacionales, los cuales deben tomarse con reserva. No obstante, podría ser un mejor barómetro basarse en los planes climáticos reales de las compañías, a partir de analizar la trayectoria de descarbonización, que ya está ocurriendo en sus cadenas de suministro, contemplada para los próximos 30 años.
Lo anterior es lo que CDP Oliver Wyman se propuso verificar —a través de la evaluación de los objetivos climáticos, o la falta de ellos, de más de 4,600 grandes empresas y sus cadenas de valor, que divulgan sus datos ambientales— y concluyó que miles de industrias del sector privado en EE.UU., Reino Unido, Canadá, Japón, Francia, Alemania e Italia, todavía están muy lejos de limitar el aumento de la temperatura media mundial a 1.5 °C.
Estimaciones del informe señalan una mejora colectiva con respecto a las proyecciones de 3 °C+ de hace unos años, pero las empresas del G7 frente al Acuerdo de París aún tienen una deficiencia para restringir la temperatura a 1.5 °C o por debajo de 2 °C para el final del siglo.
Mejores y peores empresas del G7 frente al Acuerdo de París
El reporte muestra diferencias geográficas significativas, mientras los peores resultados corporativos se encuentran en América del Norte y Asia, con el sector privado de Canadá calentándose en 3.1 °C, por delante de EE.UU. y Japón, que se encuentran en una trayectoria de 2.8 °C.
Por su parte, Europa, que incluye a las empresas en Alemania, Italia y los Países Bajos, tiene los objetivos climáticos corporativos más ambiciosos, todos los cuales están en línea con 2.2°C de calentamiento. Si bien, las compañías francesas están detrás del calentamiento de 2.3 °C, que está varios pasos por delante de la trayectoria de calentamiento de 2.6 °C del Reino Unido.
Claramente, la industria europea está muy por delante de la americana o asiática, en términos de establecer metas ambientales, según el análisis. Aún así, ninguna de las empresas del G7 frente al Acuerdo de París puede presumir de sus objetivos climáticos.
Falta de liderazgo amenaza la estabilidad planetaria
Ante esto, Laurent Babikian, director global de mercados de capital de CDP Oliver Wyman, advirtió que la falta de ambición climática de empresas del G7 frente al Acuerdo de París amenaza con poner fuera de alcance la estabilidad social y ambiental, e instó a los inversores y gobiernos a exigir más de las economías de alto impacto.
«Las empresas de alto impacto, y sus inversionistas y prestamistas deben establecer y cumplir de inmediato los objetivos con planes de transición creíbles que nos permitan alcanzar este objetivo».
Laurent Babikian, director global de mercados de capital de CDP.Oliver Wyman.
¿Cómo pueden las empresas del G7 frente al Acuerdo de París lograr los objetivos climáticos? Para Babikian «es inaceptable que cualquier país, y mucho menos la economía más desarrollada del mundo, tengan industrias que muestren tan poca ambición colectiva[…]». Dado que con este análisis, los gobiernos, los reguladores, los inversores y el público deben exigir metas climáticas más ambiciosas.
Aún así hay buenas noticias, la tendencia hacia la dependencia de combustibles fósiles parece ir en la dirección correcta. El informe destaca que, en general, el sector empresarial europeo ha visto una rápida mejora en la trayectoria de la temperatura en los últimos dos años. En 2020, las divulgaciones de CDP sobre las corporaciones europeas coincidieron con una temperatura global de 2.7 °C, pero ahora ha caído a 2.4°C.
Empresas del G7 necesitan objetivos ambientales más ambiciosos
Aún queda un largo camino por recorrer para cumplir las promesas hechas por los cientos de países que firmaron el Pacto Climático de Glasgow en la COP26 el año pasado, sin embargo, el informe revela algunos puntos positivos como el avance de las energías renovables en Europa.
Aunque este informe descarta el peor escenario climático de un posible calentamiento global de 3 a 4°C para finales de siglo, pronosticado por algunos organismos especialistas en la materia, no deja de ser un panorama crítico para la humanidad.
La diferencia entre 1.5 °C y 2 °C es marcada, con esta última los veranos sin hielo en el Ártico son 10 veces más probables, además se espera que la cantidad de personas expuestas a fenómenos meteorológicos extremos sea unas 2.6 veces mayor y que la pesca marina sufra el doble del impacto climático.
Pero, las empresas, especialmente las del G7, pueden desempeñar un papel influyente en la aceleración de la descarbonización global, ayudando a desbloquear inversiones verdes muy necesarias, fomentando tendencias más sostenibles en el mercado y presionando a sus cadenas de suministro para que tomen medidas.
Finalmente, el análisis pone énfasis en la necesidad imperante de que las empresas del G7 frente al Acuerdo de París tomen el control en cuanto a sus estrategias. Cabe señalar que las compañías que buscan un mercado global próspero y estable para operar, necesitan poner sus miras en lograr este futuro más verde lo más rápido posible.
