Este mes, Starbucks celebra un año de sus Community Stores, un ambicioso experimento para reforzar sus lazos con la comunidad. Estas cafeterías (una en Los Ángeles, una en Nueva York y la última en Houston) comparten sus ganancias con ONGs que se dediquen a mejorar las comunidades específicas donde se asientan las tiendas.
Ubicadas en áreas estrátegicas de la ciudad, donde la ayuda realmente haga una diferencia, estas tiendas fueron re decoradas para reflejar su cometido, logar que Starbucks tenga un impacto directo en la vida de una comunidad.
The Abyssinian Development Corporation, la organización socia de la Community Store localizada en el Harlem, en NY, provee de servicios sociales, alojamiento y programas educativos en éste barrio. En Los Ángeles, la Los Angeles Urban League, dedicada a trabajar por la igualdad de oportunidades para la comunidad afroamericana y otras minorías por medio de capacitación y programas de desarrollo, es la que recibe una parte de las ganancias.
En el caso de Houston, la sucursal del East End apoya a la Association for the Advancement of Mexican Americans, la cual ayuda a jóvenes de origen mexicano en desventaja o estado de riesgo. Para Starbucks, esta tercera tienda representa su compromiso con «abrazar la oportunidad que tenemos de apoyar la reconstrucción de los barrios en los que servimos, y esperamos que inspire a otras corporaciones a hacer lo mismo, creando un impacto sustentable a largo plazo», según dijo Blair Taylor, el jefe de relaciones con la comunidad.
Desde la creación de estas tiendas, hace un año, las de Nueva York y Los Ángeles han aportado un total de 240,000 dólares a las organizaciones con las que trabajan, pero lo más importante es que los habitantes de las zonas y los colaboradores de Starbucks pueden ver exactamente a dónde se ha ido el dinero, gracias al trabajo de las ONGs. Por ejemplo, en LA, los fondos permitieron mejorar el ambiente de aprendizaje en la preparatoria local, bajando la tasa de suspensiones del 45% de hace unos años al 16%.
Dado que Starbucks continúa creciendo y generando ganancias, el compartirlas con algunas tiendas de Estados Unidos no resulta un verdadero sacrificio, pero sí logra combatir una de las principales críticas que enfrenta la empresa: que sus prácticas corporativas destruyen las comunidades y a los negocios locales. Con las Community Stores, la empresa está más involucrada que nunca con sus clientes y vecinos.
