Todos los días miles de personas en el mundo salvan la vida gracias a las donaciones de sangre. Sin embargo, en países de América Latina, todavía no existe una cultura sólida de donación frecuente. Pensando en esto, la agencia Y&R de Brasil creó una extraordinaria y novedosa campaña para la asociación Santa Casa de Misericordia.
Las historias personales son muy importantes, pero en Brasil no es posible elegir a quién se donará ni conocer al receptor final. Por lo tanto, los voluntarios no tienen una conexión emocional con ellos, y no se crea un lazo.
Para solucionar este problema, se imprimió un código QR en las bandas adhesivas con las que se cura a los donadores. Al leerlo por medio de un smartphone se puede acceder a un video donde familiares de los pacientes que recibirán la sangre explican cómo ésta ayudará a sus seres queridos. Después, el donador puede compartir el video en Facebook.
Con muy poco presupuesto y usando la tecnología para llegar al corazón de los buenos ciudadanos, la campaña consiguió 800 donadores en una semana y un aumento general del 23% en las donaciones.