Para muchos, es un sueño imaginar trabajar en una compañía donde todos los días se sirven cócteles a la hora de la comida, pero eso es justo lo que sucede en Brown-Forman, la empresa dueña de marcas tan conocidas como Jack Daniels, en cuya cafetería se disfruta cada día una bebida a base de sus productos «en el espíritu de construir la marca.» Sin embargo, la tradición puede tener el resultado adverso, ya que también hay personas que por salud, convicción o adicción no consumen alcohol, ¿qué hace Brown-Forman para evitar excluirlos?
Para empezar, ha apoyado la creación del grupo Spirit (cuyas siglas significan, en inglés: «Mostrando orgullo por el respeto a las preferencias individuales»), conformado actualmente por 90 colaboradores, no todos los cuales son abstemios, ya que no se trata de un sustituto a programas como Alcohólicos Anónimos, sino que tiene como objetivo asegurarse de que no tomar no sea un obstáculo para el avance de las personas en la empresa. Se trata de un programa único en la industria.
Por ejemplo, el grupo ha logrado que los eventos organizados por Brown-Forman incluyan cócteles sin alcohol además de los tradicionales, y de que se distribuyan tarjetas que dicen «celebramos tu decisión de no tomar». En lo que respecta a la cafetería, se etiqueta perfectamente toda la comida y bebida que contiene alcohol, y también se incluyen cócteles no alcohólicos en el menú diario.
Spirit es parte de un programa más amplio que impulsa a la diversidad en la empresa, por medio de grupos de apoyo a personas LGBT, mujeres, veteranos de guerra, afroamericanos, latinos, etc. Se les llama «grupos de recursos para empleados» y son formados por voluntarios que se reúnen para compartir experiencias y pensar en estrategias que puedan mejorar su experiencia dentro de la compañía. Cada uno de ellos ha generado políticas según sus intereses: el grupo LGBT ayudó a planear el paquete de beneficios para empleados, que ya cubre operaciones de cambio de sexo, así como a los empleados transgénero y sus dependientes, y los veteranos se han unido a una ONG para apoyar a otros militares y sus familias.
Muchas compañías se han dado cuenta de la importancia de mantener felices a sus empleados, pero pocas tienen la capacidad que tiene Brown-Forman para realmente escuchar qué es lo que sus colaboradores quieren, para después incorporarlo a su quehacer diario.
Con información de:
AdAge
