La palabra «meditación» no es comúnmente asociada con altos ejecutivos, pero muchos de ellos, incluyendo a Steve Jobs y diversos ejecutivos de Google, utilizan esta herramienta para propósitos como aumentar la productividad, impulsar el pensamiento creativo y mejorar su liderazgo.
En un artículo reciente publicado en Harvard Business Review, los expertos Justin Talbot-Zorn y Frieda Edgette comparten sus experiencias sobre cómo las técnicas de meditación y/o mindfulness (atención plena) pueden ayudar a los gerentes y altos ejecutivos a mejorar su planeación de estrategia.
Si te interesa incorporar este concepto al día a día de tu organización, a continuación de presentamos sus tres consejos principales:
Crear momentos de atención plena:
Una forma directa de abordar el tema es simplemente incorporar actividades de atención plena a las juntas, retiros corporativos e incluso en el día a día. Al planear momentos en los que todos los presentes deberán conectarse con su respiración y reconocer las distracciones, los organizadores crean las condiciones necesarias para que surja la intuición.
Por ejemplo, Chade-Meng Tan, ejecutivo de Google y experto en el tema, ha creado módulos de meditación en el lugar de trabajo que pueden utilizarse al planear retiros. Puedes conocer más acerca de ellos en el sitio web del Search Inside Yourself Leadership Institute.
Explorar escenarios alternos:
También es posible aprovechar los beneficios de la atención plena sin necesidad de meditar. Esto se logra con, por ejemplo, ejercicios de planeación de escenarios, que logran abrir a quienes toman desiciones numerosas alternativas posibles, lo que reta suposiciones y estados mentales.
Al evaluar sin juicios diferentes futuros plausibles, se pueden aclarar antiguos patrones de pensamiento y hacer espacio para nuevas ideas. Corporativos como Shell e incluso gobiernos, como el de Singapur, usan estas prácticas, logrando resultados exitosos.
Visualizar posibles resultados:
El pensamiento positivo es parte integral de la atención plena. Los líderes pueden beneficiarse de imaginar resultados positivos durante sus sesiones de estrategia. Esto no es tan complicado, puede significar hacerse una simple pregunta: «Si todo funciona perfectamente para nuestra organización, ¿qué estaremos haciendo dentro de diez años?»
