Todos amamos el contenido en vídeo, es quizá porque nos ofrece una imagen precisa sobre lo que acontece y un sonido que hace que nuestros sentidos se concentren prácticamente de manera automática en lo que percibimos. Sí, todos amamos el contenido audiovisual y prueba de ello es el hecho de que el buscador más utilizado en la red luego de Google no es Yahoo, ni Bing, ni infospace (¿qué, qué es eso?). Quién sigue al gigante de las búsquedas en línea es nada menos que YouTube, la plataforma de videos más popular en el mundo.
Claro que muchas empresas han tenido la intención de aprovechar este fenómeno, algunas a través de material grabado y otras con transmisiones en vivo, pero pocas lo han aprovechado realmente como un medio para comunicar RSE. Sin embargo, según un estudio publicado por CONE en 2015, el 65% de los consumidores prefieren conocer la RSE de una compañía a través de videos y sitios web interactivos.
Cisco, por su parte, ha revelado a través de Cisco’s Visual Networking Index, que se espera que un 76% del tráfico de Internet para 2018 provenga del consumo de video en línea.
Luego de leer esa estadística seguramente no te quedarán dudas de que el video es un formato que no puede faltar en tu comunicación de RSEn y querrás comenzar a hacerlo de inmediato, pero no te apresures. Aunque suena a algo que podría hacer cualquier adolescente desde la comodidad de su cuarto, y muchos sí que lo han hecho, el tema es un poco más complejo de lo que parece.
Para empezar, necesitarás hacer un análisis general de quién será tu audiencia y establecer metas para la creación de cada video antes de encender las cámaras. Lo que halles en esta etapa será fundamental para futuras tomas de decisiones así que responde con honestidad y piensa muy bien qué es lo que deseas comunicar y a quién deseas que llegue ese mensaje.
Patsy Northcutt ha producido videos relacionados con la sustentabilidad desde hace mas de dos décadas y en un artículo publicado por Greenbiz ofrece algunos consejos que desearás tomar en cuenta.
1. Define una audiencia
La audiencia a la que deseamos llegar determinará el enfoque creativo que habremos de darle a la producción de cada video, el lenguaje que utilizaremos y los elementos visuales que aprovecharemos.
Un video pensado en los estudiantes de una universidad será distinto de aquel que está enfocado en los aspirantes a un nuevo empleo, o a posibles inversionistas.
2. Establece tres objetivos
Pregúntate qué quieres que las personas piensen, sientan o hagan después de ver tu video. Es posible que muchas ideas vengan a tu mente, pero quedarte con más de tres de ellas puede poner en riesgo la efectividad de tu mensaje.
Ten claras tus prioridades y mantén estos objetivos íntimamente ligados a los valores de tu marca. Por ejemplo:
- Buscamos comunicar nuestra historia
- Deseamos que las personas se sientan inspiradas para aprender más sobre RSE.
- Nos gustaría que supieran que la sustentabilidad es buena para el negocio.
Son entonces estos objetivos los que guiarán las decisiones en adelante y definirán cada elemento creativo. La selección de imágenes, la música, la iluminación, etcétera.
3. Encuentra una historia
No importa cuantas veces te repitas lo contrario, todas las empresas, organizaciones e instituciones académicas están repletas de historias que contar. Así que la verdadera pregunta es ¿cómo puedes contar las tuyas?
Mira el material de otras organizaciones y luego echa un vistazo al día a día dentro de tu compañía. Observa detenidamente, inspírate. Habla con tus colaboradores, tus clientes, tus inversionistas y cualquiera que esté dispuesto a contarte su experiencia y entonces descubrirás todo lo que tienes por contar.
Algunas de las mejores ideas surgen de la vida de las personas fuera de las paredes de la organización, así que no te limites a escuchar sobre su día a día en la oficina; pregunta sobre sus intereses, sus pasatiempos, sus vacaciones y su relación con la naturaleza. Haz uso de todos los recursos a tu alcance para vincular sus historias con los valores de tu marca y nunca salgas sin lápiz y papel.
4. Construye con cuidado
No importa si harás la producción de un gran comercial o un video casero, el talento que pongas en pantalla es sumamente importante. ¿Es un buen narrador?, ¿tiene un buen manejo de voz?, ¿sus ojos y su sonrisa transmiten alegría y confianza?
Ten en cuenta que el cómo se dice algo es tan importante como aquello que se está diciendo, así que sé muy cuidadoso con cada elemento.
Recuerda que no basta conocer al talento en persona, necesitas verlos frente a una cámara, así que haz una videoconferencia y graba pequeños videos previos. Toma tu tiempo, investiga, prueba y haz experimentos; al final, es eso lo que te acercará al éxito.
5. Una imagen vale más que mil palabras
Evalúa los recursos con los que puedes contar y aprovéchalos al máximo; si puedes hacer uso de un poco de animación sería extraordinario; esto facilita transmitir información de una forma divertida y en un periodo corto de tiempo.
Herramientas como Powtoon pueden ayudarte a crear tus propias aminaciones fácilmente. Claro que si no cuentas con este recurso, puedes hacer uso de imágenes fijas o diseñar pequeñas infografías. Lo importante es aprovechar al máximo lo que tienes a tu alcance.
6. El sonido es la mitad
Mientras estás grabando y editando tu mensaje, recuerda que el sonido es una parte muy importante de él. Cuida que el audio de voz se grabe correctamente, evita el ruido y haz varias pruebas de volumen hasta que te asegures de que todo se escucha sin problemas ni interrupciones.
Una vez que pases a la fase de edición recuerda que la música debe ser un apoyo para tu mensaje y estar alineada con el resto de los elementos del video. Evita que se escuche más fuerte que las voz del talento en pantalla y no te olvides de verificar que los elementos que uses sean libres de derechos. Bancos como ElongSound y Sshht pueden ayudarte.