La crisis de los países árabes tiene en la falta de libertad uno de sus detonadores críticos. Libertad de expresión sí, pero también de prosperar económicamente. Los Estados árabes en crisis tienen un arreglo institucional que favorece poco la expresión de la libertad económica. Existe, pero cuando crece es sujeta de una injerencia intrusiva del Estado. El atascón de Gadafi sobre las telecomunicaciones en Libia es un ejemplo notorio.
Vivimos en un capitalismo amorfo: hay sociedades que no han logrado resolver el derecho a la propiedad privada y otras que siguen luchando por preservar conceptos básicos de libertad, propiedad privada, valor emprendedor y prosperidad justa para quien se esfuerza más.
Por eso ahora que México entra a su ciclo electoral debemos repensar el valor de nuestro propio capitalismo, en el que hemos avanzado, pero del que nos faltaría aún acordar por consenso sus premisas básicas.
Afortunadamente para nuestro país ya existen poderosas iniciativas para detonar un desarrollo emprendedor sustancioso, que habilite a más emprendedores a crear valor económico. Si esto fuera una sinfonía, hoy parecemos estar en el allegro de una obra que incluye fondos de inversión, firmas de asesoría, empresas microfinancieras y bancos que cada vez dan más créditos.
El banco Compartamos es el que con más claridad está instrumentando este concierto. De hecho, esta institución especializada en dar crédito a mujeres microempresarias acaba de revelar que está a punto de llegar a dos millones de clientes. De un momento a otro sabremos, además, que su cartera de crédito rebasó los 10 mil millones de pesos. El banco cuenta con una cartera vencida menor a 2 por ciento. Todas las mujeres pagan sus créditos. Asimismo, lanzó ya su convocatoria al premio Microempresario Compartamos 2011, que dota a la ganadora con 30 mil pesos.
La noticia es, pues, que el banco liderado por Álvaro Rodríguez Arregui, Carlos Labarthe, Carlos Danel y Fernando Álvarez es uno de los insumos fundamentales de la realidad económica contemporánea nacional, y que su tracción es tal, que se ha vuelto indispensable en la escenografía del crecimiento futuro que deseamos construir. Ojalá surgieran más así.
Fuente: Milenio Diario, Al frente, p. 03.
Columnista: Carlos Mota (Cubículo estratégico).
Publicada: 22 de marzo de 2011.