Pasteles, vinos, quesos, bufandas, artículos navideños, papelería, juegos de mesa y juguetes de procedencia alemana fueron algunos de los artículos que miembros de la comunidad alemana adquirieron en su tradicional bazar.
Durante dos días, el Salón Sol del Club Alemán recibió a un centenar de personas que apoyó a la Asociación de Ayuda Social de la Comunidad Alemana (AASCA) a través de sus compras.
La AASCA, ubicada en Tepepan, alberga a adultos mayores, además de darles atención médica y rehabilitación. “El bazar tiene 15 años; todo surgió para vender las cosas que hacían las señoras, como pasteles, gelatinas, manteles. Con el tiempo, se fueron incrementando los productos y las invitaciones”, comentó Carlos Kretschmer.
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