Si eres un aficionado al fútbol, puede que conozcas a Bimbo por sus patrocinios de equipos mexicanos de primer nivel como las Chivas (C.D. Guadalajara) y el Club América, así como el Philadelphia Union de la MSL.
Y si has viajado por América Latina y algunas ciudades de Estados Unidos, quizá reconozcas a la marca por sus distintivos y alegres camiones de reparto blancos con el querido oso Bimbo que recorren las calles y carreteras locales.
Compromiso social de Bimbo
De acuerdo con Triple Pundit, lo que tal vez no sepa es que el Grupo Bimbo es un gigante de la alimentación de 15,000 millones de dólares que posee varios de los productos de panadería más reconocidos en EE.UU. La filial de la empresa, Bimbo Bakeries USA, posee marcas como Boboli, Entenmann’s, Freihofer’s, Orowheat, Sara Lee y Thomas’ English Muffins.
Y, como ocurre con casi todos los productores de alimentos, Bimbo tiene muchos retos a largo plazo a los que se enfrentará la empresa en el futuro. Algunos son de carácter medioambiental, como las amenazas relacionadas con el cambio climático, la escasez de agua y el aumento de la presión sobre las tierras de cultivo. Otros son de carácter más social, como la demanda de los consumidores de ingredientes naturales y de saber dónde y cómo se obtienen los ingredientes.
Si añadimos el creciente interés por el modo en que la tecnología alimentaria puede ayudar a las empresas a afrontar estos retos, queda claro que las empresas alimentarias deben invertir ahora si quieren seguir siendo viables en el futuro.
Para ello, Bimbo ha invertido mucho últimamente. La génesis de esta estrategia se remonta a 2017, cuando la empresa lanzó lo que denomina incubadora de tecnología alimentaria Eleva.
Tecnologías alimentarias de Bimbo
Entre los ejemplos de nuevas tecnologías alimentarias en las que Bimbo ha invertido se encuentra Clara Foods, una startup que busca producir proteínas similares a las de la clara de huevo, solo que sin pollos.
Al igual que sus competidores, Clara Foods busca crear fuentes de proteínas que más consumidores desean, sólo que sin ninguna relación con la crueldad animal o la enorme huella medioambiental que los alimentos convencionales tienen en el planeta. Teniendo en cuenta que las claras de huevo son un ingrediente necesario en no pocos productos de panadería, esa decisión de 2019 podría resultar inteligente a largo plazo.
Al estar profundamente involucrada en un negocio que fabrica alimentos que cada vez más consumidores evitan debido a su opinión sobre el gluten o las alergias, a principios de este año la empresa compró una participación en Rule Breaker Snacks, que fabrica pequeños bocados como galletas de garbanzos.
Recientemente, Bimbo también invirtió en Protera, una empresa emergente que busca desarrollar fuentes adicionales de proteínas aprovechando la inteligencia artificial. Una de las proteínas de Protera es un ingrediente que puede prolongar la vida útil de los alimentos sin necesidad de conservantes químicos.
La estrategia de Bimbo, así como la de otros gigantes de la alimentación que han invertido en startups y empresas más pequeñas centradas en alimentos alternativos, no es muy diferente de la que emprendieron las empresas de bebidas hace una década.
A medida que un mayor número de consumidores empezaba a evitar las bebidas gaseosas, las marcas que las habían comercializado con éxito durante años se dieron cuenta de que el mejor camino a seguir era invertir en productos como tés helados embotellados, zumos ecológicos o alternativas sin azúcar como los seltzers.
La gran diferencia aquí es que Bimbo parece tener sus ojos puestos en empresas que ofrecen potencial para formar parte de su cadena de suministro.
Mientras tanto, la empresa ha reportado ganancias récord, que se deben a varios factores como la reputación de las marcas que posee, una recuperación del sector de la restauración y el aumento de los precios.
El resultado es un clima económico que da a Bimbo la libertad que busca para hacer inversiones más audaces, pero también es un impulso para las tecnologías alimentarias que tienen las ideas pero que podrían hacer buen uso de algo de capital para asegurar que sus innovaciones puedan llegar al mercado.