México debe prepararse para capturar una buena parte de un mercado mundial de bonos de carbono que en los próximos años rebasará los mil millones de dólares por medio de mecanismos de desarrollo limpio o inversiones en eficiencia energética.
Así lo afirma Carlos Muñoz Piña, director de Investigación en Política y Economía Ambiental del Instituto Nacional de Ecología, quien dijo que el mercado de bonos carbono en México está en sus primeras etapas, sin embargo, ya se mueven “varias centenas de millones de dólares en el combate al cambio climático”.
No es para menos pues de acuerdo con el Banco Interamericano de Desarrollo ya se tienen compromisos por más de 600 millones de dólares en proyectos, investigaciones, análisis y programas dedicados al cambio climático, energías renovables y eficiencia energética.
De hecho, en este momento México es líder en el monto solicitado al BID porque es el que más ha utilizado los mecanismos de apoyo pues los proyectos que quiere atender suman recursos por más de mil millones de dólares.
Muñoz Piña dice que se necesita manejar este tema bajo diversas vertientes y destaca el tema de los subsidios generalizados, ya que lo mejor que se puede hacer es dirigirlos a los usuarios que realmente los necesitan y cambiar tanto sus electrodomésticos como la forma en que utilizan la energía.
“Lo más importante son las acciones a las que se van a llegar en el 2012 las paraestatales, la reducción de las huellas del carbono”, dijo.
La meta de México es bajar las emisiones de carbono hacia 2020 y las paradas que hay en ese camino son los arreglos que conviene hacer independientemente del cambio climático porque generan ahorros y reducen el consumo de energía además de que el precio de los energéticos es menor.
Asimismo, se pretende usar al campo como fuente de energéticos por medio de una regulación más eficiente y la captura y la reducción de carbono, tomando en cuenta que hay países con compromisos en firme a los cuales se les ayuda en sus metas, las cuales generan recursos para el país.
Dolores Barrientos Alemán, especialista del BID en Energía Sustentable, dijo que los recursos del organismo están enfocados a apoyar infraestructuras, sistemas y equipos de apoyo para aterrizar metas y objetivos en favor del combate al cambio climáticos.
Hay apoyo financiero en México a favor del desarrollo de proyectos sustentables y entonces Nafin puede apoyar los estudios. La agenda de cambio climático está cada vez más activa ya que tanto estados como municipios se han mostrado interesados en utilizar los recursos.
Pero a pesar de las metas y los trabajos que se han hecho con los organismos multilaterales, queda en manos del gobierno federal la decisión de hacer que los programas funcionen.
Sin embargo, desde el punto de vista hacendario, son los subsidios al sector electrico en el campo donde se generan distorsiones importantes que al final del día significan más problemas que soluciones.
Rafael Gamboa, titular de la Unidad de Banca de Desarrollo de la Secretaría de Hacienda, coincidio en señalar la necesidad de hacer más eficiente el gasto público y que las inversiones tengan realmente una repercusión importante en el desarrollo de los proyectos.
Se requieren políticas fiscales públicas e integrales que contemplen regulaciones ambientales con incentivos fiscales, supresión de subsidios generalizados en diésel y electricidad, además de la modernización de equipos, dijo.
Gamboa propuso imponer un modelo similar al europeo en el cual toda aquella empresa que registre altas emisiones de carbono es castigada con impuestos especiales, al tiempo que las compañías que tienen un comportamiento ejemplar en la captura de carbono o usan combustibles más eficientes son premiadas.
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