Mucho se habla en la actualidad del tema de la responsabilidad social en nuestro país. Grandes corporaciones y PYMES están haciendo su tarea en esta materia para obtener a cambio una imagen que les permita posicionarse en la mente de sus consumidores (públicos clave) y ante los ojos de la sociedad en general, de manera positiva, responsable y generosa, al compartir parte de sus recursos, tiempo y en ocasiones, de horas trabajo con su personal para ayudar a que determinados sectores o causas se desarrollen bajo el cobijo de estas organizaciones.
El papel que juega la comunicación en este ámbito, es absolutamente estratégico, no se trata únicamente de enviar mensajes o invitaciones para que las personas aporten algo de sí mismas en pro de una causa en determinada. La comunicación va mucho más allá. Por mucho que una organización quiera ayudar, no lo logrará con eficacia si no cuenta con un programa de comunicación lo suficientemente persuasivo y diseñado específicamente para su “target”, a fin de lograr cambiar actitudes y motivar en beneficio de los demás.
Hoy por hoy, la comunicación es el brazo derecho, un aliado natural de la responsabilidad social. Tenemos que crear una comunicación con la suficiente sensibilidad, profesionalismo y credibilidad, así como un enorme poder persuasivo que permita allegarnos de recursos económicos, de voluntarios, de recursos en especie, de desarrollar en la ciudadanía, y por qué no, en los gobiernos, una mentalidad más generosa que redundará no solamente en beneficio de la empresa o institución en la que nos desempeñamos profesionalmente, sino en beneficio de nuestro propio país.
El tema de la responsabilidad social debe ser manejado por verdaderos profesionales en la materia, no improvisados, deben estar comprometidos, detallistas, con un perfil muy particular, con un altísimo nivel de sensibilidad y gran sentido humanitario, y por supuesto, expertos en materia de comunicación, para que de ellos dependa el éxito en la aplicación de las herramientas comunicativas a su alcance. De un buen mensaje, puede depender el futuro de nuestros proyectos sociales y de paso, lograr que la comunicación alcance el más puro de sus objetivos: cumplir con su función social.
Carlos Muñoz
Comunicólogo egresado de la Universidad Anáhuac, cuenta con estudios de posgrado de Especialidad en Mercadotecnia en su Alma Máter y actualmente cursa la Maestría en Responsabilidad Social también en la Anáhuac.
Es Director de Comunicación de la Asociación Mexicana de Comunicadores (AMCO) y anteriormente se desempeñó como Gerente de Relaciones Públicas en el Hipódromo de las Américas.