Por: Antonio Tamayo Neyra
Lo que parecía una quimera o un sueño hace cinco años hoy ya es una realidad, la Norma ISO 26000 fue ya publicada en forma oficial y con ello se crea una nueva era en lo que se refiere a la Responsabilidad Social en el más amplio sentido del término.
Y si bien es cierto que esta nueva norma no es exigible en su aplicación como el resto de las normas ISO, si es útil como un punto de referencia de prácticamente validez universal, y partiendo de ello servirá de ahora en adelante para construir, modificar todo lo relacionado a esta materia, creando un idioma o lenguaje común en cualquier parte del mundo en donde se maneje el tema.
En este último aspecto señalado, creo que vale la pena mencionar que en todo este tramo en su construcción que duró cinco años, todos aquellos que participaron y los que vieron sus avances y retrocesos, tuvieron la oportunidad de reflexionar y discutir y considerar aspectos que tal vez nunca se hubieran confrontado y discutido, dejando lecciones importantes de aprendizaje a lo largo de su desarrollo.
Pero en el fondo considero que tal vez algo más importante que lo antes mencionado, es la toma de conciencia de la Responsabilidad Social, y como se mencionó al inicio, estamos comenzando una nueva era en la que la solidaridad y la sustentabilidad en el más amplio sentido de ambos términos, adquieren una mayor dimensión.
En esta nueva era se deja ya atrás el concepto de empresa que se viene manejando todavía desde la época que se inició con la Revolución Industrial en el siglo XVIII, y con ella toda la mentalidad que le dio origen. La cual provocó las múltiples manifestaciones sociales, la aparición del Marxismo y la célebre encíclica Rerum Novarum, todo ello durante el siglo XIX.
Ahora viendo hacia adelante, si bien sería iluso pensar que la manera de pensar y de operar de muchas empresas, grandes y pequeñas en el mundo cambiarán de manera instantánea, esta norma está formalizando una corriente de pensamiento de una gran cantidad de personas en todo el mundo, y que a manera de una gota continua que rompe una roca, podrá ir permeando en la forma de actuar de las empresas, los empresarios y sus accionistas.
Tal vez los historiadores del futuro mencionen los años 2005-2010 como un momento paradójico y contradictorio, ya que al mismo tiempo que se gestaba y estallaba la gran crisis financiera de pleno alcance global y con severas repercusiones, que tuvo como algunos de sus ingredientes básicos para su formación la falta de ética y responsabilidad; se gestaba también y se establecía la Norma ISO de Responsabilidad Social, la cual seguramente tendrá importantes repercusiones en los años por venir.
De ahora en adelante la Responsabilidad Social deja de ser el ideal o sueño de quienes en algún momento fueron calificados como trasnochados e ilusos, para convertirse en una forma de operar real y objetiva de las empresas. Con esta norma ya tangible y reconocida en todo el mundo, las generaciones actuales tenemos ahora la responsabilidad de mostrarla y enseñarla a los actuales jóvenes y próximos empresarios, despertar en ellos su conciencia y responsabilidad social, para así en el futuro tener una sociedad más y mejor conectada, trabajando unida para su desarrollo conjunto.
Seguiremos platicando …
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Antonio Rey Tamayo Neyra
Licenciado en Administración por el Instituto Tecnológico Autónomo de México, y actualmente estudiando la Maestría en Sociedad de la Información y el Conocimiento en la Universidad Abierta de Cataluña. Dedicado al periodismo de investigación desde 1987 especializado en temas socioeconómicos. En los pasados 19 años hasta la fecha, colaborando en el periódico El Financiero como Coordinador Editorial y Redactor de Proyectos Especiales, además de haber escritor para otros medios durante este mismo tiempo. Adicionalmente se ha dedicado también a la consultoría y capacitación en relacionales laborales desde hace 18 años, trabajando para diferentes empresas en todo México. De siete años a la fecha, involucrado en el tema de Responsabilidad Social, realizando varios proyectos editoriales, y estudiado un diplomado al respecto coordinado por el Tecnológico de Monterrey, Cemex y el Banco Mundial, y un curso del mismo tema en la Universidad Abierta de Cataluña.
AUNQUE AL DIA DE HOY, 11 DE NOVIEMBRE DE 2010, SUENE O PAREZCA HIPOTETICO, LA IMPLEMENTACION DE LA NORMA 26000 EN TODAS LAS EMPRESAS DEL MUNDO DEBE SER UNA CONDICION SINE QUA NON PARA PODER EJERCER SUS ACTIVIDADES COMO TALES.