Las empresas en México comienzan a centrar sus esfuerzos en mejorar la salud de sus empleados, pues ello repercute en el aumento de la productividad y el ahorro en los costos médicos.
Y es que datos de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) indican que 17% de la productividad se pierde, por ejemplo, debido a una dieta inadecuada del trabajador.
En el marco de la Expo Salud Empresarial 2012, se presentan las innovaciones realizadas por las organizaciones que permiten disminuir aspectos como el presentismo laboral (tendencia del trabajador a alargar su estancia en el centro de trabajo sin que esto se traduzca en mayor productividad y sí en un deterioro de su salud) y el ausentismo, e incorporar programas de bienestar (wellness), con el fin de disminuir enfermedades.
Cabe indicar que en México 30% de la población padece algún grado de obesidad y 70% sobrepeso. El costo indirecto por la pérdida de productividad atribuible a este tipo de patologías se incrementa en un promedio anual de 13.51 por ciento.
¿DÓNDE LE DUELE A LA EMPRESA?
Amaia Ramírez, gerente de Consultoria de Recursos Humanos de PWC, expuso que es indispensable hacer un análisis del estado en el que se encuentran los trabajadores, con el fin de hacer un programa efectivo, pues 50% de los planes que las empresas implementan fracasa. Añadió que hay estimaciones de que, en México, “en el 2017 los costos de salud serán de 72,951 millones de pesos, es un dato preocupante no sólo para las empresas, sino para el país en general también”, indicó.
Los trabajadores con enfermedades crónicas disminuyen su productividad, lo que supone un costo 400% mayor al del tratamiento de la propia enfermedad, de ahí que los programas wellness “ayudan a disminuir el costo y aumentan la productividad de los empleados. Esa iniciativa, que surgió en Estados Unidos y Europa, ya se está expandiendo, pero aún hace falta mayor participación”.
Algunas empresas y dependencias gubernamentales de nuestro país que aplican este tipo de programas con su plantilla laboral son Dupont, Banorte, la Secretaría de la Función Pública, Infonavit, General Motors y American Express.
Fuente: eleconomista.com.mx
Por: María del Pilar Martínez
Publicada: 27 de Junio de 2012