La desconfianza que tiene la población de la calidad del líquido distribuido mediante los sistemas de agua potable en el país, potencializa la compra de agua embotellada. Además de que la mayoría de los mexicanos advierten de forma lejana las consecuencias que en el futuro presentará la escasez de agua, advirtieron especialistas en recursos hídricos.
En la encuesta más reciente realizada y patrocinada por El Universal sobre la relación que los mexicanos tienen con el agua, 71% de los consultados respondió que el líquido que bebe lo compra en garrafón o embotellado. Además, 89% aseguró que en el fututo existirán problemas para obtener agua para consumo humano, y 80% no ha identificado en el lugar donde vive conflictos relacionados con el líquido.
Ma. Teresa Leal Ascencio, especialista en calidad del agua de la Universidad Veracruzana, consideró que es “contradictorio” que la gente diga que en un futuro el agua sí va a faltar, pero en el presente no lo identifiquen como una prioridad.
No advierten consecuencias
Dijo que la propaganda sobre el cambio climático ha permeado en la población, lo que ha derivado en un mayor conocimiento de lo que va a pasar en el futuro, “desgraciadamente no hacen lo mismo para el presente, para este presente en el que ya hay problemas”.
“Es como el sida, todo mundo sabe que está ahí, que es un problema latente, pero no necesariamente se protege.”
La encuesta, agregó, refleja la desconfianza que tiene la población de los servicios que prestan los sistemas de agua potable en el país, porque “han fallado en tenernos informados”. Hay muchos organismos que implementan análisis pero “esos datos no los publican, la gente sigue desconfiando y mejor compra el agua”.
Verónica Martínez, de la organización Consejo Consultivo del Agua, coincidió con Leal al decir que la encuesta refleja “una tremenda desconfianza. La gente está dispuesta a pagar 10 o 15 veces más para tomar agua de garrafón, que arriesgarse a beberla de la llave”.