Una instancia de apelación italiana mantuvo la condena de junio pasado, de año y medio de cárcel, contra los diseñadores por evasión fiscal
Los diseñadores Domenico Dolce y Stefano Gabbana fueron condenados este miércoles a un año y seis meses de cárcel cada uno por ocultar cientos de millones de euros a las autoridades fiscales italianas.
El tribunal de apelación italiano mantuvo la condena de junio pasado contra ambos, quienes son tan famosos como las estrellas a las que visten, por usar supuestamente el holding Gado, con sede en Luxemburgo, para evitar pagar impuestos por regalías de unos 1,000 millones de euros (1,380 millones de dólares).
La decisión anterior, de un tribunal inferior, condenó a ambos a penas de cárcel suspendida de 20 meses cada uno y les impuso una multa de hasta 10 millones de euros por evitar pagos en Italia, donde los impuestos corporativos son de los más altos en Europa.
Un abogado de Dolce&Gabbana, quienes siempre han negado haber actuado contra la ley, dijo que sus clientes apelarían la decisión.
«Estoy sin palabras. Todos estamos sorprendidos. La decisión es inexplicable y apelaremos», dijo Massimo Dinoia después del veredicto.
Un fiscal de Milán había pedido al tribunal en marzo exculpar a la pareja, quienes -en una protesta el año pasado por ser «puestos en ridículo»- cerraron las tiendas en Milán donde vendían ropa y accesorios inspirados en la Sicilia natal de Dolce.
El caso se originó en una investigación que comenzó en 2008 cuando las autoridades fiscales italianas aumentaron su lucha contra la evasión fiscal al comenzar la crisis financiera global.
Las compañías de moda han estado bajo el escrutinio de las autoridades fiscales italianas en parte debido a que el sector ha tenido buenos resultados durante la mayor recesión del país desde la Segunda Guerra Mundial.
«El lujo es uno de los pocos sectores que lo ha hecho bien en los últimos años», dijo un socio especializado en impuestos en Grant Thornton en Milán que pidió no ser identificado.
«Es más fácil ir y preguntar por dinero donde hay dinero en vez de ir a un sector problemático», agregó.
Sin embargo, los casos no suelen llegar a los tribunales.
Giorgio Armani pagó 270 millones de euros a las autoridades fiscales a principios de abril para acabar con una disputa sobre pagos de subsidiarias del grupo en el extranjero.
Prada Holdings, que controla Prada, canceló entre 400 y 420 millones de euros para pagar sus impuestos en Italia, después de acabar un proceso de transparencia voluntaria en diciembre.