Las acusaciones de acoso sexual y el sexismo que impera tanto en su publicidad como en sus políticas laborales son sólo algunas de las fuertes críticas que la marca American Apparel ha recibido por parte de consumidores y expertos de negocios a pesar de sus esfuerzos por promover la lucha contra la discriminación y combatir los estereotipos. La falta de congruencia entre la responsabilidad que la marca buscaba proyectar y los valores personales de su antiguo CEO Dov Charney desencadenaron finalmente obstáculos económicos para la compañía y el despido de Charney el pasado mes de junio.
Tras la separación de Charney como CEO de la marca, la empresa ha decidido nombrar como su sucesora a la ejecutiva Paula Schneider, quien se incorporará a sus actividades el próximo 5 de enero.
De acuerdo con declaraciones de Schneider en un comunicado retomado por Bussines Insider, su principal objetivo es hacer de American Apparel una mejor compañía manteniéndola fiel a sus valores fundamentales de calidad y creatividad y su política libre de explotación.
Los accionistas parecen estar respondiendo ante el nombramiento de una figura menos polémica que Charney, ya que las acciones de la compañía se elevaron un 30% desde el nombramiento de la nueva CEO.
Graduada de la Universidad Estatal de California, Schneider ha presidido muchas de las marcas de moda más importantes del mundo, incluyendo BCBG Max Azria, Servicio de lavandería por Shelli Segal, y el grupo Warnaco Swimwear. Además se ha desempeñado como asesor principal para un grupo de capital privado y ha fundado también su propio negocio de consultoría, por lo que probablemente ha trabajado con American Apparel antes.
En 2010 ganó el premio de la Organización Nacional de Inspiración para Mujeres Empresarias. Schneider también fue capitana del equipo para recaudar fondos para las caminatas Avon a favor de la lucha contra el cáncer de mama y es una experimentada oradora en pláticas sobre el empoderamiento de la mujer y la prevención de abuso.
Esta astuta mujer de negocios también fue responsable de un aumento de 25% en la utilidad operativa directa de los trajes de baño Speedo y Calvin Klein, mientras que la empresa de ropa deportiva de Big Strike ha incrementado sus ingresos en un 19% entre 2010 y 2012.
De esta forma, la experiencia y los valores de Schneider no sólo ofrecen a American Apparel la oportunidad de sanar su reputación corporativa e incrementar sus utilidades, sino también constituyen un gran triunfo para la responsabilidad social y para el empoderamiento de la mujer.