Todos sabemos que Hollywood, como casi todas las industrias, tiene un problema de falta de equidad de género. Si lo dudas, aquí una cifra: desde la creación de los Globos de Oro en 1943 tan solo una mujer ha ganado el premio a mejor dirección (Barbara Streisand, en 1984). Este año, otra mujer espera unirse a Streisand, con el agregado de que también es la primera mujer negra, y tercera persona afroamericana, en ser nominada en esta categoría.
Ava DuVernay dirigió Selma, una película basada en el activismo de otro afroamericano ilustre: Martin Luther King Jr. Específicamente, cubre una marcha realizada entre las ciudades Selma y Montgomery en 1965 con el objetivo de exigir derechos civiles para la población negra en Estados Unidos. El filme es protagonizado por David Oyelowo en el papel de King y por Oprah Winfrey, quien también fungió como productora.
DuVernay no es ajena a romper estereotipos y atravesar techos de cristal impuestos a mujeres de color. En 2012 ganó el premio a mejor dirección en el prestigioso festival de cine de Sundance por su segunda película, Middle of Nowhere. Sus películas suelen centrarse en la vida de hombres y mujeres de raza negra en Estados Unidos, y en 2013 dirigió el documental Venus Vs. para ESPN, el cual cuenta la historia de la lucha de la tenista Venus Williams por equidad financiera en el mundo del tenis, donde los premios para mujeres eran menores que los de los hombres.
Como menciona el blogger Mychal Denzel Smith en el portal Feministing, la importancia de la nominación de DuVernay está en que para obtenerla no tuvo que sacrificar su integridad: «lo importante es que DuVernay está siendo recompensada por hacer arte que proviene del margen y que penetra lo tradicional. Está siendo recompensada por no comprometer su visión. Está siendo recompensada por hacer arte que nos reta.», afirma.
La directora le dijo a The Hollywood Reporter que su principal deseo era una nominación para Oyelowo, quien efectivamente está en la terna de mejor actor protagónico en una película dramática: «Todo lo que pensaba en mi corazón, honestamente, era ‘Por favor solo David, solo David'», declaró. Más tarde, el actor le confesó al New York Times que ambos brincaron de felicidad en un hotel de Toronto, donde se encuentran promoviendo la película.
