Ver cómo un paisaje se cubre de nieve puede ser un gran espectáculo para muchos de nosotros, pero no precisamente cuando lo que se ve cubierto son las carreteras o pistas de despegue de los aeropuertos, ya que esta cubierta puede ocasionar cierres en las vialidades o atrasos en los vuelos.
Para hacer frente a este problema, investigadores de la Universidad de Nebraska-Lincoln, desarrollaron un “concreto conductivo”, que es una mezcla especial de cemento que puede descongelar las carreteras o aceras sin necesidad de productos químicos, utilizando un sistema de electricidad para lograr derretir la nieve.
El concreto conductivo es muy similar al tradicional, solo el 20% de sus ingredientes son diferentes, componiéndose de residuos de acero y partículas de carbono, que son las que proporcionan la propiedad a este material de ser conductivo sin dejar de ser seguro al tacto.
El material se conecta a una fuente de alimentación de energía de 120 voltios. La cantidad de energía utilizada para el deshielo de aproximadamente una tormenta de tres días, tiene un costo de 250 dólares.
Esta solución de concreto está siendo evaluada por la Administración de Aviación Federal en Estados Unidos, para que se incorpore como prueba en la pista de algún aeropuerto con importante tráfico. Sin embargo, para la sorpresa del desarrollador, el ingeniero Chris Tuan, este sistema no se utilizará en las pistas de aterrizaje y despegue, sino en las áreas de alrededor que se utilizan para la carga y descarga de alimentos, servicios de basura y combustible, de esta manera se prevén evitar muchos atrasos en temporada de nieve.
Este material contribuye al cuidado del medio ambiente, ya que la sal o los productos químicos que se utilizan para derretir el hielo de forma rápida pueden contaminar el subsuelo, el agua subterránea y causar corrosión en el hormigón.
De acuerdo con Chris Tuan, este tipo de concreto no es rentable para construir carreteras enteras, se puede utilizar en lugares específicos donde se concentre el hielo u ocasione problemas.
Esta es una excelente muestra de cómo la innovación y la tecnología pueden ofrecer soluciones de infraestructura para mejorar la calidad de vida de las personas.