Tener una casa en un árbol es uno de los sueños que compartimos la mayoría de nosotros cuando éramos niños. ¿Imaginas lo increíble que sería ahora tener una casa cuyo funcionamiento sea como el de un árbol? Esa precisamente fue la idea de unos arquitectos que se inspiraron en la naturaleza para diseñar una vivienda que pudiera ser parte de la misma.
El despacho Willian McDonough + Partner, como parte de un proyecto para The Wall Street Journal, diseñó un concepto de vivienda para el futuro que cuenta con la ergonomía de un árbol integrando el uso de energías eficientes y amigables con el medio ambiente.
De acuerdo a la firma, la casa acumula beneficios ambientales con el tiempo; cuando la vida útil de la vivienda termina los materiales con los que está construida son fácilmente desmontados y pueden ser convertidos en nutrientes seguros para la biosfera, tal como los árboles cuando se biodegradan.
La superficie de la vivienda asemeja las hojas de los árboles, ya que está cubierta de una capa fotosintética que capta la luz solar, no solo para proveer de energía y agua caliente a la casa, sino que además es capaz de producir oxígeno para la atmósfera y compensar el carbono que emiten otras áreas del inmueble. A diferencia de los paneles solares tradicionales que están sobre una línea en el techo, esta capa se entreteje en toda la parte exterior.
La propuesta del techo es un diseño elegante y curvo, con tejados que proporcionan sombra y disminuyen la carga de calor en verano y al mismo tiempo reducen el uso de aire acondicionado.
La corteza del árbol está representada por una estructura delgada alrededor del inmueble que contiene películas aislantes de autolimpieza y autosanación. Es así como se evita tener que reemplazar las piezas aislantes después de años de exposición.
El tronco en el proyecto equivale a la estructura de la casa y se compone de tubos de carbono, mientras que las raíces son representadas con un sistema de bomba de calor que se encuentra por debajo del suelo en el patio. Lo que se pretende con este sistema es aprovechar la temperatura constante del suelo para controlar el clima de la casa. De esta manera cuando la tierra es más caliente que el aire circundante habrá calor al interior, y cuando la temperatura del suelo es inferior el clima se refrescará.
Fuente: noticias.arq