El US Green Building Council (misma organización que otorga la certificación LEED) premió este año a las escuelas Sing Ying de Hong Kong y Waterbank, de Kenia, como las «más verdes del mundo», una distinción que viene acompañada de 5 mil dólares para continuar o comenzar proyectos sustentables.
Ambas escuelas, aunque localizadas en diferentes partes del mundo, tienen en común que son dirigidas a población de escasos recursos, lo cuál demuestra que la arquitectura sustentable no es solamente para los privilegiados.
Para obtener el premio, las escuelas deben tener cero impacto en temas de desechos, energía, agua y emisiones de carbono, además de optimizar o mejorar la salud de sus alumnos y aducarlos para que sean ciudadanos más «verdes».
En Sing Ying esto se logra involucrando a los jóvenes en todos los procesos. Aproximadamente 100 de los alumnos monitorean cada año las acciones verdes, dirviendo como sus embajadores. La escuela cuenta con una granja orgánica, dos techos verdes, paneles solares en casi todos los salones e iluminación LED, entre otras características sustentables.
Por su parte, Waterbank en Kenia es un modelo creado específicamente para áreas donde hay escasez de agua. Fue contruida con materiales locales y tiene mecanismos que almacenan y filtran el agua todo el año, cuenta con un huerto de vegetales, espacio para talleres y actividades para la comunidad.