Ningún hombre es una isla… decía John Donne en lo que muchos califican como un inspiradísimo escrito que nos muestra la relación con nuestros semejantes y nuestro lugar en el ciclo de la vida.
¡Hey… John Donne!, donde quiera que te encuentres… ¡estabas equivocado! Hoy todos somos pu…ras islas. El planeta entero es un archipiélago. Estamos completamente aISLAdos.
– No salgas de casa – nos piden – pero la verdad a casi un año, cuesta trabajo. Y por cierto, John, otra cosita… decir ningún hombre es una isla es bastante sexista…
Hago home office, como muchos, desde marzo; pido lo más que puedo por servicios de delivery y guardo la sana distancia… pero ayer necesitaba mover mi isla… por higiene mental. Me calcé el KN95, y salí a caminar lo más alejado que podía de la gente.
Toks tiene lo que a Burger King le faltó
Mi acto de rebeldía me hizo sentir audaz… y mi ridícula aventura me llevó a tres cuadras del hogar, pero me sentía de lo más osado. Me senté en una jardinera en la acera, frente a un Burger King que había sacado las mesas literalmente a la calle para poder atender, justo como le pidió el gobierno.
¿Qué tan riesgoso será meterme una hamburguesa? No hablo de mi encolesterado corazón, sino de la higiene de las mesas. Los restauranteros suplicaron que les permitieran abrir y prometían a cambio seguir el protocolo con estrictas medidas… prometían casi desinfectar el aire mismo.
Me quedé a observar. Una robustita… mmmm… no, una bastante robusta señora se sentó a comer… ¿por qué los comensales de los sitios de hamburguesas son los que menos debieran ingerir eso?
Terminó rapidamente y se retiró… y entonces me dije: ahora sí veré en acción al súper equipo de desinfección salir a limpiar mesa, sillas y hasta la acera, de seguro. 3… 5… 7 minutos… nadie llegó, salvo una familia que se sentó en el mismo lugar.
Y entonces me dije… hacen falta Bachocos para ser responsable, para cumplir las promesas que hacemos como empresas, para no mentirle a la sociedad o al gobierno… para seguir protocolos, para preocuparse de verdad por los clientes… hacen falta…
Y ya que hablamos de huevos y restaurantes… ¡qué huevos los de Toks! Sí, lo dije bien… porque leí que fueron premiados por su adopción de políticas que mejoran el bienestar de los animales de granja. De modo que sus huevos son libres de jaula… ¡bien por ellos! … libres de la jaula… justo como quisiéramos estar todos ahora.
Pegando la sustentabilidad con algo de washing
Regresé caminando con mi sanísima distancia… y llegando a casa decidí entretenerme un poco con uno de mis pasatiempos: hacer collages.
Saqué al Picasso que hay en mí y comencé a trabajar, papel, tijeras, revistas viejas y periódicos… y claro, mi sustentable Pritt… o eso me dijo la marca esta semana… que porque ahora la formulación de la barra de pegamento tiene 97% de ingredientes naturales… seguro si la muerdo no pasa nada. Todo es naturalito. Igual se me pega… bien pegado… lo vegano ¿no?
Me pregunté entonces si el plástico del envase (que es más importante, dada la crisis de plásticos) también era sostenible, de modo que me puse a averiguar… y me encontré con la leyenda: «el envase está fabricado, en ciertas localidades, con un 65% de resina reciclada.» ¡Ah! pero… señalan que será 100% reciclable.
Reciclable…
Mmmm… no bueno… reciclables hay muchas cosas, pero lo que nos interesa es la economía circular. Que sea reciclado y reciclable. Y si tienen programas de recolección o contenedores para ello, qué mejor. Eso sí es acercarse a la sustentabilidad.
Bien por los ingredientes naturalitos, mi amiguito Pritt pero creo que pega mejor el decir las cosas como son ¿no?… Bastaba solo decir que ahora 97% de la barra es de ingredientes naturales… sin presumir la sostenibilidad.
Marcas, de verdad… aléjense del washing… y no hagan tropezar tampoco a sus agencias con ello, porque muchas de ello sin saberlo (o a veces sabiéndolo) se vuelven cómplices. Se necesita mucha expertise para comunicar bien la responsabilidad corporativa en camino a la sustentabilidad… que es un continuo, sin final.
Creo que voy a tuitear eso…
Mejor no. Capaz que por allí alguien dice que mis tuits esconden un pasado partidista y me balconean mi curriculum bien tempranito… y por otro lado, hasta mi cuenta de Twitter me andan cerrando.
aRSEnico
aRSEnico es el seudónimo químico de un asesor en RS muy tóxico, solitario, ensimismado y algo ermitaño, que a través de una propuesta editorial de crítica ácida, expone las circunstancias, a veces inverosímiles, que se presentan en la RSE.
La columna, si bien es ficticia se alimenta de eventos de la vida real sin los cuales no sería posible su realización.