Consejo avanza con su visión de la Seguridad del Agua, Seguridad Alimentaria Sustentable e Infraestructura Inteligente durante su segunda sesión plenaria.
El Consejo de Conservación para América Latina se reunió este fin de semana con las cascadas de Iguazú como escenario con el propósito de revisar su primer año de trabajo y planear la agenda del segundo año para la implementación de soluciones escalables a los tres retos ambientales y de desarrollo más apremiantes para América Latina: Seguridad del Agua, Seguridad Alimentaria e Infraestructura Inteligente.
Este grupo de emprendedores y líderes globales (favor de revisar el documento adjunto) repasó los avances del conjunto de proyectos y alianzas estratégicas que apoya a lo largo de América Latina para ayudar a asegurar el agua en ciudades con alto riesgo de escasez, crear incentivos para intensificar sustentablemente la producción de alimentos y diseñar proyectos de infraestructura con un impacto en la naturaleza reducido.
“Tuvimos un día y medio para remangarnos y trabajar duro. Existe un compromiso real por parte de este grupo para cambiar las cosas en asuntos importantes para las personas y la biodiversidad de América Latina”, dijo el vicepresidente del consejo y ex secretario del tesoro de los Estados Unidos, Henry M. Paulson, Jr. “Este primer año hicimos una evaluación profunda. En adelante, el Consejo vislumbra amplias oportunidades para aumentar la consciencia de los tomadores de decisiones y el público en cuanto a soluciones fundamentadas en la ciencia que están a nuestro alcance”.
De acuerdo con Mark Tercek, presidente de The Nature Conservancy (TNC), organización de conservación líder en el mundo que coordina sus esfuerzos, “el Consejo ha tenido un gran comienzo. Con los líderes más importantes de los sectores empresarial, político, científico y de la sociedad civil, el Consejo tendrá un impacto enorme a través de la aplicación de soluciones innovadoras para conservar los sistemas naturales que sostienen a las personas y economías de América Latina”.
Durante su segundo año, el Consejo anunció que Roberto Hernández Ramírez, presidente del directorio de Banco Nacional de México y vicepresidente del consejo directivo de TNC, fungirá junto con Paulson como vicepresidente del Consejo. Sustituye a Alan Belda, quien continuará como miembro.
“Es un gran honor ser vicepresidente del Consejo y ayudar a encabezar los esfuerzos sin precedentes de este grupo de líderes,” dijo Hernández. “Los latinoamericanos nos preocupamos profundamente por cuidar la naturaleza; cuidamos lo que más queremos. Esa es la fuerza detrás de nuestro trabajo para ayudar a proteger el capital natural de América Latina para las generaciones futuras”, destacó.
Desde su reunión inaugural en noviembre de 2011, en Cartagena, Colombia, el Consejo ha apoyado el diseño y la implementación de soluciones innovadoras para los retos más importantes de la región:
–Las acciones sobre Seguridad del Agua han sido orientadas a asegurar el agua potable de al menos 25 de las ciudades latinoamericanas con mayor riesgo de escasez. Trabajando con la Alianza Latinoamericana de Fondos de Agua y otros aliados, el Consejo busca implementar proyectos en Monterrey, São Paulo, Ciudad de Guatemala, Santiago y Medellín, entre otras. Las alianzas público, privadas y de la sociedad civil se han conformado para crear fondos de agua que ayuden a proteger las cuencas y ayudar a brindar beneficios tangibles para la naturaleza y las comunidades cuenca arriba y cuenca abajo.
–Las actividades de Seguridad Alimentaria Sustentable seguirán enfocadas a reunir un número amplio de actores—productores de pequeña y gran escala, empresas, instituciones financieras y gobiernos—interesados en apoyar la protección de tierras y aguas vitales mediante acciones como hacer más “verde” la gestión de cadenas de suministro, pastoreo y pesquerías sustentables, y otros incentivos para que simultáneamente intensificar la producción y desalentar la reconversión de los hábitats. Estos modelos ya se utilizan en varios países de América Latina, y programas específicos se implementarán en los estados de Pará y Mato Grosso en Brasil, Los Llanos en Colombia, así como en la península de Baja California en México.
–La Infraestructura Inteligente implica diseñar los proyectos energéticos, mineros y de vías para el transporte más importantes de América Latina para que no tengan un impacto neto—o incluso tengan un impacto positivo—sobre el capital natural. El Consejo ha apoyado a varios estudios de diagnóstico y factibilidad en Brasil, México, Perú y otros países para trabajar con gobiernos y compañías a adoptar políticas de compensación transparentes y efectivas, mientras se fomenta el uso de mejores prácticas y de bajo impacto por parte de desarrolladores y financiadores. Se espera que proyectos específicos comiencen a operar en el oeste del Amazonas brasileño, en la cuenca del río Tapajos (Brasil), así como en la cuenca del río Coatzacoalcos, en México.
Adicionalmente, varios miembros del consejo e instituciones vinculadas a éste han otorgado importantes apoyos financieros y en especie a favor de las metas del Consejo. Esto es una muestra de su liderazgo único en cuanto a su compromiso por salvaguardar el capital natural de América Latina como una inversión rentable para las empresas, comunidades locales y la biodiversidad.
Comunicado de Prensa