Cada año las mariposas monarca realizan un recorrido de entre dos mil y cuatro mil quinientos kilómetros hacia los bosques de Canadá y Estados Unidos a México. Varios grupos vuelan juntos hacia los bosques de oyamel, que es la principal vegetación en la zona núcleo de la reserva que representa el hábitat característico de la mariposa monarca.
La mariposa monarca llega principalmente a las montañas de Michoacán y el Estado de México porque se trata de una de las regiones del mundo que en el invierno se les proporciona temperatura fresca, nubes y neblina y árboles que las protegen del granizo y la nieve.
Una de las noticias recientes y más alentadoras sobre la mariposa monarca es que en los bosques mexicanos de hibernación, su presencia aumentó en un 144% en el periodo de 2018-2019. Con este crecimiento se consiguió la meta establecida para 2020 para el Grupo de Alto Nivel creado por Norteamérica para conservar la migración de la especie: seis hectáreas ocupadas por el insecto en Michoacán y el Estado de México.
Además se establecieron 14 colonias en el periodo actual de hibernación, incluida una colonia completamente nueva en el ejido de Ojo de Agua, del Nevado de Toluca, según la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (CONANP) y el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF).
El aumento de la población de la mariposa monarca es el mayor registrado desde el periodo 2006-2007, cuando llegó hasta 6.8 hectáreas ocupadas. Sin embargo, la cifra es mucho menos a la del periodo 1996-1997, cuando las mariposas ocuparon 18 hectáreas de bosque en México.
Las cifras registradas dan una esperanza al comité Científico Trilateral de que existan más colonias, lo que significa que el lepidóptero está encontrando un mejor lugar para hibernar y su migración pueda recuperarse.
De acuerdo con una declaración de Andrew Rhodes, titular de la CONANP para Animal Político, “Hemos solicitado apoyo de las comunidades y nuestros guardaparques de estar atentos y vigilantes a otras posibles colonias. Identificar una nueva no es fácil porque es un pequeño punto en un complejo forestal pero estamos entusiasmados de que en el futuro vayamos encontrando colonias nuevas”.
Datos de la Comisión y el Fondo dicen que la mariposa monarca no se encuentra en peligro de extinción pero sí su proceso migratorio por Norteamérica, el cual se ha visto afectado por la tala ilegal, el uso de herbicidas y el cambio climático.
Cabe mencionar que se logró llegar a la meta por el trabajo realizado en las diversas comunidades que habitan en las zonas en las que hiberna la mariposa, a las que se les ha pagado un salario por cuidar y conservar los bosques con recursos del Fondo Monarca en el que aportan gobierno, organizaciones civiles y propietarios de tierras forestales.
Según el comisionado, “los guardaparques son fundamentales para acompañar a las comunidades en el tránsito de buenas prácticas hacia la sustentabilidad: artesanías, mejor uso y aprovechamiento de los recursos naturales, turismo, capacitación de guías certificados, apalancamiento de recursos de otros lados”.
Por su parte, Jorge Rickards, director general del WWF, el crecimiento de la población de monarcas se debe a que durante la primavera de 2018 las mariposas que regresaron a Texas encontraron un ambiente favorable y nació la primera generación de ejemplares estadounidenses, que a su vez repobló todos los sitios de reproducción en Norteamérica.
Andrew Rhodes aseguró que la CONANP emprenderá planes de protección en la nueva colonia hallada en el Nevado de Toluca, “todas las colonias que se identifican dentro de áreas naturales protegidas nos llevan a definir sitios de importancia de la protección; lo que significa mayores rondines de vigilancia, trabajo de las comunidades locales, adquieren un nivel de prioridad más alto”.
