Las urbes se forjaron para crear comunidades eficientes y habitables cuyas ventajas resaltan el acceso a recursos como el agua potable o luz, zonas pavimentadas, concentración de espacios laborales y entornos sociales sólidos.
Estas han ido cambiando conforme pasan los años y algunas han logrado adaptarse a las necesidades y crecimiento de la población, mientras otras están buscando cómo mejorar la calidad de vida de las personas.
No obstante, la llegada de la pandemia colocó a todas las urbes frente a un enorme desafío que no solo agravió los diferentes conflictos sociales y/o ambientales, también fomentó que se replanteara la construcción de ciudades tras la pandemia y la adaptación de estas y las personas.
El hogar de miles de personas
Se dice que en 2018 la CDMX se posicionó como la quinta ciudad más habitada a nivel mundial, con aproximadamente 21 millones 581,00 de personas viviendo en ella. La primera ciudad es Tokio con con 37 millones de habitantes, le sigue Nueva Delhi con 29 millones, Shanghai con 26 millones y en cuarto lugar está Sao Paulo con 21.6 millones.
Con el aumento de población, los gobiernos e involucrados debían centrar sus esfuerzos en desarrollar programas, viviendas y oportunidades centradas en los pilares del desarrollo sostenible. Estos son:
- Económico.
- Social.
- Ambiental.
Ahora con la COVID-19 y su nueva normalidad, la ONU-Hábitat mencionó por medio del Plan de Respuesta COVID-19 de ONU-Hábitat que para la construcciones de las ciudades tras la pandemia y su adaptación se deberá tomar en cuenta lo siguiente:
- Apoyar a los Gobiernos locales y las soluciones comunitarias en asentamientos informales.
- Proporcionar datos urbanos, esquemas y conocimientos basados en datos empíricos para tomar decisiones fundamentadas.
- Mitigar el impacto económico e iniciar la recuperación.
El secreto de la construcción de ciudades tras la pandemia
Para ayudar y guiar a líderes a manejar este camino hacia mejores ciudades, Cities for All desarrolló una campaña global para construir ciudades inclusivas y accesibles que promuevan la diversidad humana y estén direccionadas hacia un futuro verdaderamente sostenible.
Cities for All se enfoca principalmente en la importancia de la movilidad, y menciona que una ciudad inclusiva y accesible es un lugar donde las personas están habilitadas y empoderadas para participar plenamente en las oportunidades sociales, económicas, culturales y políticas de las ciudades.
Actualmente las personas con discapacidad y mayores constituyen el 25% de la población mundial, lo que se prevé que represente a 2 mil millones de personas para 2050. Por lo tanto, luchar contra las barreras existentes y permitir su inclusión efectiva representará una enorme oportunidad.
Para la gente con alguna discapacidad, su potencial de compromiso y participación en la vida urbana es limitado, debido a la falta de acceso a servicios básicos como es el transporte, espacios públicos, empleo y educación.
Esto limita a que una ciudad pueda evolucionar, porque cuando todos sus habitantes tienen la oportunidad de participar plenamente en ella, es cuando verdaderamente se puede crecer y abordar diversos desafíos.
Una urbe para todos y todas
En Cities For All, se menciona que para poder volver a una ciudad inclusiva y sostenible se requiere del desarrollo de alianzas público-privadas que pueden proporcionar soluciones personalizadas para transformar el tejido urbano y diseñar programas multimodales.
Con este tipo de proyectos se puede promover: políticas para la accesibilidad universal y que mejoren el acceso a áreas urbanas, espacios públicos seguros o programas de inclusión social.
Tenemos que trabajar juntos para eliminar todas las barreras, ya que en el futuro no solo más personas vivirán en los espacios urbanos, también vivirán más tiempo.
Cities For All.
Muchas autoridades públicas y empresas ya han implementado soluciones para facilitar el acceso al transporte de personas con discapacidad. Un ejemplo es que en la ciudad de Nueva York, la MTA ofrece capacitación gratuita para viajes inclusivos, y que con ello, las personas pueden aprender a usar el autobús y el metro de forma independiente. De hecho, también pueden consultar la Guía de tránsito accesible de la MTA.
Más iniciativas a favor de las ciudades
En Londres, todos los taxis negros son accesibles para sillas de ruedas. Algunas de las cabinas más nuevas también están equipadas con bucles de inducción e intercomunicadores para usuarios de audífonos.
En Cabify desarrollaron una aplicación y un servicio 100% accesible para personas con discapacidad visual desde 2019. Las últimas actualizaciones de esta iniciativa incluyen la activación de un menú para la configuración de accesibilidad y una optimización para lectores de pantalla como TalkBack o VoiceOver.
Nos hemos asociado con ONG como la CNSE (Confederación Estatal de Personas Sordas ) y EmancipaTIC (asociación que promueve la inclusión de las personas mayores) para comprender y atender mejor las necesidades de estas comunidades.
Cabify.
De hecho, más de 33 mil usuarios con preferencias de accesibilidad establecidas en sus teléfonos inteligentes utilizan actualmente Cabify, mientras que la empresa para garantizar su acceso a la movilidad, mantiene permanentemente los asuntos de accesibilidad en un lugar destacado durante el diseño de cada función de la aplicación.
La movilidad es pieza clave
La movilidad urbana inclusiva y las tecnologías accesibles, son algunos de los mejores aliados para forjar ciudades para toda la gente y para mejorar la vida de las personas mayores y con discapacidad.
Cuando la tecnología es accesible cada usuario puede usarla de la manera que mejor funcione para él o ella. La tecnología accesible es directamente accesible, por lo que se puede utilizar sin tecnología de asistencia adicional (AT), o es compatible con AT.
Los avances significativos en el aprendizaje automático y la inteligencia artificial en los últimos años están creando nuevas posibilidades, como en el caso de la Transcripción en vivo, que captura el habla en tiempo real y permite a los usuarios leer lo que dicen las personas a su alrededor.
La pandemia de COVID-19 mostró y dio más énfasis en la importancia de la libertad de movimiento. Esta crisis ha profundizado las desigualdades, exponiendo el alcance de la exclusión y destacando el imperativo de abordar la inclusión de la discapacidad.
De hecho, esta campaña señala que para los grupos vulnerables es difícil moverse incluso cuando no existiera una pandemia porque no se cuenta con los recursos básicos de movilidad, lenguaje y más.
El Foro Económico Mundial y el Grupo Hyundai están colaborando para examinar los principios básicos de la movilidad inclusiva, como parte del proyecto Inclusivity Quotient, cuyo objetivo es expandir la movilidad financieramente sostenible para el desarrollo socioeconómico de las personas desatendidas.
La accesibilidad debe consistir en una visión continua: adaptarse a las nuevas tecnologías, las ciudades y la sociedad.
Es urgente actuar porque no conocemos los desafíos que nos esperan y solo se podría confirmar que la movilidad seguirá siendo un derecho universal fundamental.
Sin duda, la movilidad urbana inclusiva y las tecnologías accesibles son algunos de los mejores aliados para forjar ciudades y mejorar la calidad de vida de millones de personas durante y después de la pandemia.