En esta ocasión nuestro especial con motivo del 5 de junio, Día Mundial del Medio Ambiente, se centra en empresarios que hacen su trabajo de manera ecológica y socialmente responsable. Saben que el hombre no es dueño de la tierra, sino que forma parte de ella, y que cuidar el planeta no es asunto de moda: de ello depende la supervivencia de las generaciones presentes y futuras.
KARLA JUÁREZ y FRANCISCO BARTRINA
Fundadora y asesor
Karla Juárez, de 30 años e Ingeniera Industrial con un especialidad en Finanzas en el Tec de Monterrey campus Estado de México, trabajaba en el área de finanzas de una compañía trasnacional, con una infraestructura gigante y muchos recursos. Pero aunque hacía bien su trabajo no le llenaba personalmente. Hace alrededor de dos años preparó unos arreglos florales para el Día de las Madres, se vendieron muy bien y a partir de aquí decidió crear Liquen, empresa en la que las plantas son protagonistas.
“Una planta es un ser, lo estás adoptando y, por lo tanto, tienes que saber qué cuidados necesita y dárselos”, explica Karla, quien ahora estudia horticultura en un sistema virtual. Liquen tiene servicios como regalos arreglos con plantas; renta de plantas o decoración para eventos; decoración de jardines, terrazas e interiores en las que se toma en cuenta la especie adecuada para cada espacio. También cuentan con un hospital de plantas en el que reciben a las enfermitas y asesoran a sus propietarios en su cuidado, mantenimiento y curación.
Hay orquídeas, cactáceas, palmas, agaves, bromelias y hortensias, entre otras especies. Se usan macetas de fibra de coco, biodegradables y plantas cultivadas de forma orgánica, además, muchas de las empleadas para decoración carecen de insecticidas perjudiciales para personas y animales. También trabaja con productores cuyas especies estén certificadas, evitando así que sean de contrabando.
Lo que ha hecho ella ha cambiado su vida y la de quienes la rodean. “De repente me hablan a mí algunos clientes y me pregunta qué hacer”, explica Francisco Bartrina, Ingeniero Industrial de 30 años, también del Tec Estado de México, que trabaja en planeación estratégica y es novio de Karla. “Las plantas necesitan luz, ventilación y agua, y hay que ver que esos tres pilares estén funcionando correctamente”, agrega.
Su reto es crear un negocio sustentable y éxitos en un mercado en el que las personas todavía no son tan conscientes de la importancia de la responsabilidad social.
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