Las empresas que tienen el mayor número de quejas por parte de los consumidores no están obligadas a hacer públicos sus contratos ni a mostrar sus condiciones en la Profeco, como es el caso de la Comisión Federal de Electricidad y compañías telefónicas.
La ley solamente obliga a unos 20 sectores a publicar sus contratos, entre los que se encuentran inmobiliarias, casas de empeño, autofinanciamiento y tiempos compartidos, pero quedan fuera los más demandados como telecomunicaciones.
«La desventaja de los consumidores es que el proveedor es el que realiza el contrato y entonces las ponen a como ellos creen que debe funcionar la relación contractual y hay muchos que ponen cláusulas que son muy cargadas en contra del consumidor, la ventaja de traerlos a Profeco es que hacemos un contrato equitativo», señaló Carlos Meneses, director general de Contratos de Adhesión y Registros de la Profeco.
Algunas empresas grandes, como Telmex, tienen contratos publicados en la página de Profeco, sin embargo, no están actualizados, por lo que en la práctica se le ofrece al consumidor condiciones distintas a las que están estipuladas en el documento.
Los usuarios pueden ser objeto de abuso cuando se les impone una penalización por querer acabar la relación con el proveedor antes de lo que estipula el convenio, por ejemplo, cuando se quiere cancelar un plan de pospago para telefonía móvil o de televisión restringida, y se cobra una penalización.
Meneses informó que ni la CFE ni las empresas de telecomunicaciones están obligadas a registrar sus contratos.
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